La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) presentó su informe de perspectivas para el año 2025 en el que se detallan los ingresos para la industria y los desafíos que presentaría. Además, se da a conocer cómo terminaría el sector este año.
De acuerdo con el gremio, se espera que las aerolíneas registren ganancias relativamente sólidas en 2024 a pesar del aumento de los costos y las limitaciones en la creación de capacidad.
“Las aerolíneas se han enfrentado a aumentos salariales y mayores costos operativos, algunos debido a las rutas más largas impuestas por las restricciones del espacio aéreo. Un impacto importante se debe a los retrasos en las entregas y otros problemas en la cadena de suministro”, introdujo.
Por lo anterior, se proyecta que el resultado final genere un beneficio neto de US$31.500 millones este año con un margen de beneficio neto del 3,3 %.
Para 2025, ese indicador de ganancias podría crecer hasta los US$36.600 millones, con un beneficio que crecería levemente a 3,6 %. No obstante, la IATA prevé que el próximo año la industria genere US$1 billón en ingresos.
La principal razón de esto sería el crecimiento de los ingresos y los precios más bajos del combustible que deberían traducirse en una mayor rentabilidad.
Recomendado: Cuatro años del Covid-19: Industria aérea latinoamericana marca acelerado despegue
“Es probable que los factores de ocupación se mantengan altos, ya que los problemas de la cadena de suministro seguirán afectando a 2025 y más allá”, agregó.
El combustible y la industria aérea: ¿qué se espera para 2025?
Uno de los desafíos que la industria ha tenido en los últimos años está relacionado con el precio de los combustibles que actualmente representa entre el 30 % y 40 % de los costos de las empresas aéreas en el mundo.
No obstante, el informe de la IATA rescata que el precio del crudo Brent ha caído alrededor de un 20 % en los últimos 12 meses, lo que ha permitido un respiro en el sector.
Pero más allá de un debilitamiento del ciclo económico mundial, para la organización internacional este fenómeno de caída de precio es producto de del exceso de oferta, liderado por Estados Unidos, que afirma su posición como el principal productor de petróleo del mundo.
“El descenso de los precios del petróleo tendrá varias consecuencias para la economía mundial y la industria aérea, siendo la más obvia una menor inflación general. Esto debería permitir una mayor flexibilización de la política monetaria y, a su vez, debilitar potencialmente al dólar estadounidense frente a la mayoría de las monedas”, expuso la IATA.
Sumado a esto, la caída de los precios del petróleo mejorará las cuentas corrientes de los países importadores de petróleo y fortalecerá su posición financiera, lo que -para el gremio- representará una oportunidad única para reformar los subsidios a los combustibles fósiles y reorientarlos hacia la producción de energía renovable.
“Un año de subsidios globales a los combustibles fósiles (US$7 billones en 2022) cubriría toda la inversión de capital necesaria para la transición energética de las aerolíneas durante los 27 años que faltan hasta 2050”, afirma.
Y agrega que las aerolíneas se beneficiarán de la caída de los precios del crudo siempre que los precios del combustible para aviones disminuyan en paralelo.