Desde su regreso a la presidencia el 20 de enero de 2025, Donald Trump ha implementado una serie de medidas destinadas a intensificar las políticas migratorias en Estados Unidos. Estas acciones buscan acelerar las deportaciones de inmigrantes indocumentados y reforzar la seguridad fronteriza.
Este lunes, cuando Trump asumió el cargo, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos anunció que CBP One perdería su funcionalidad de programación y que todas las citas de asilo futuras serían canceladas.
Y es que desde el momento en el que Trump se postuló para la reelección, prometió tomar medidas contra la inmigración y deshacer las políticas de la era Biden que, según él, “eran demasiado permisivas y a las que se culpó de permitir una gran afluencia de inmigrantes indocumentados”.
¿Cuáles medidas tomará Trump para los migrantes?
Con lo anterior, Trump firmó el lunes decretos que darían a la agencia de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos más libertad para llevar a cabo acciones de cumplimiento en áreas sensibles, ampliar el grupo de inmigrantes indocumentados sujetos a la deportación acelerada y poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento, medida que ha recibido un fuerte rechazo de los expertos constitucionales y de los estados y ciudades liderados por los demócratas, que ya han impugnado la medida en los tribunales, según información de CNN.
Estas nuevas medidas dan una mirada de cómo la administración Trump planea abordar la inmigración y llevar a cabo una ambiciosa operación de deportación.
En ese sentido, estas son algunas medidas que implementará Trump en su administración en materia de inmigrantes.
Declaración de emergencia nacional y despliegue militar
Una de las primeras acciones de Trump fue declarar una «emergencia nacional» en la frontera sur, permitiendo la militarización de la zona y el uso de recursos militares para llevar a cabo deportaciones masivas. El Pentágono ha desplegado 1.500 soldados adicionales en la frontera con México, junto con helicópteros y personal de inteligencia para reforzar la vigilancia. Este número podría aumentar hasta 10.000 militares en las próximas semanas.
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Endurecimiento de las políticas de deportación
La administración ha ampliado las directrices para la deportación acelerada, permitiendo la expulsión rápida de inmigrantes que han estado en el país ilegalmente por hasta dos años sin la oportunidad de presentar su caso ante un tribunal.
Además, se ha otorgado a diversas agencias federales de seguridad la autoridad para hacer cumplir las leyes de inmigración, y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha eliminado restricciones que impedían arrestos en lugares sensibles como iglesias y hospitales.
Eliminación de la ciudadanía por nacimiento
Trump ha firmado una orden ejecutiva que pone fin a la ciudadanía automática por nacimiento para hijos de inmigrantes indocumentados o con estatus migratorio temporal. Esta medida ha generado desafíos legales y ha sido criticada por expertos constitucionales y líderes de estados y ciudades liderados por demócratas.
Colaboración de estados republicanos
Estados liderados por republicanos, como Florida y Texas, están planificando cómo colaborar e impulsar las nuevas políticas migratorias del gobierno federal. Estas acciones incluyen medidas para facilitar las deportaciones y reforzar la seguridad en sus respectivas jurisdicciones.
Con lo anterior, ante estas medidas, las comunidades inmigrantes están organizando sesiones informativas sobre sus derechos, estableciendo líneas directas legales y preparándose para posibles redadas. Organizaciones de justicia para inmigrantes están proporcionando recursos y asesoramiento para ayudar a las personas a entender y proteger sus derechos en este nuevo contexto.
Estas acciones representan un endurecimiento significativo de las políticas migratorias en Estados Unidos, con implicaciones profundas para millones de inmigrantes y sus familias.
