El Departamento Nacional de Planeación (DNP) dio a conocer que, con la aprobación del Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) número 3999, el Gobierno tiene una hoja de ruta para mitigar los efectos del coronavirus en la salud pública, efectos en los hogares, aparato productivo y finanzas públicas.
De acuerdo con el documento, son varias las herramientas con las que ahora cuenta el Gobierno Nacional para hacerle frente a la pandemia. Este Conpes se centra en mirar cuál ha sido el efecto de las políticas públicas en la contención del virus y cuáles tienen que perdurar en la reactivación.
De un lado, dice el documento, en materia económica se destaca la decisión de incrementar del 8,33 % al 15 % el límite de los ingresos presupuestados para los créditos de tesorería como proporción de los ingresos corrientes y ampliar la posibilidad de pago hasta el 31 de diciembre de la vigencia siguiente.
Es fundamental, de acuerdo con este Conpes, que se siga haciendo un análisis sobre el impacto positivo del haber eliminado las restricciones o sanciones para las entidades territoriales que incumplen los límites de gasto establecidos en la Ley 17 del 2000.
Recomendado: Recomiendan promover proyectos aeroportuarios bajo esquema público-privado en Colombia
Planes que además deben seguir complementándose con la posibilidad de que se otorguen alivios a contribuyentes mediante la concesión de “facultades para diferir pago de tributos territoriales en 12 cuotas (hasta junio de 2021), recuperación de cartera sin intereses, con reducciones de capital y con posibilidad de pagos hasta mayo de 2021”.
Finalmente, se lee en el Conpes 3999, Colombia deberá mantener un plan de amortiguación del golpe económico con iniciativas que sirvan para reducir la velocidad de contagio del Covid-19. De ahí que la estrategia Pruebas, Rastreo y Aislamiento electivo Sostenible (Prass) sea una de las bases de la vertiente sanitaria.
“La estrategia óptima debe consistir en el balance adecuado entre las restricciones que prevengan una expansión rápida del virus, sin que ello lleve a costos económicos insostenibles, que además de tener consecuencias inmediatas para el bienestar social, también restarían efectividad de las medidas sanitarias”.
—