
Mientras unos países se han mantenido al margen de cualquier tipo de regulación, otros le han apostado al desarrollo de un mercado de criptomonedas que, con o sin su participación, no ha hecho más que evolucionar en los últimos años.
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Ante este panorama, un estudio revisó uno a uno los casos en los que los gobiernos le apostaron a algún tipo de regulación y concluyó que, por tratarse de una nueva realidad económica, las autoridades regulatorias no pueden quedarse atrás y deben empezar a tomarlo en serio.
El autor de la investigación es Beethoven Herrera, uno de los académicos colombianos más destacados de esta era. Es filósofo, historiador y economista, y cuenta con estudios doctorales en esta última área. De hecho, culminó recientemente un posdoctorado en Fintech, Blockchain y criptomonedas en la Escuela de Negocios de Columbia.
Su tesis posdoctoral, “The evolution of banking and the challenge for regulators”, fue publicada por la editorial de la Universidad Sergio Arboleda en forma de libro, el cual se lanzó esta semana en el marco de un conversatorio organizado en conjunto con la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria).
Durante el evento, el profesor Beethoven Herrera destacó la institucionalidad colombiana y el nivel de protección de los ahorros que ha alcanzado. “Hemos ido construyendo una institucionalidad flexible y oportuna con aprendizajes como el de Interbolsa; en Colombia no se juega con la economía”, dijo.

Sin embargo, también advirtió la importancia de reconocer que no solo las criptomonedas, sino los criptoactivos y el llamado blockchain hacen parte de una nueva realidad económica en la que se mueven cada vez más personas, motivadas por las ganancias, por lo que “las autoridades regulatorias podrían estar quedando atrás”.
En ello coincidió el exministro de Hacienda, Diego Guevara, quien señaló que la regulación financiera debe estar en consonancia con nuevas tendencias y nuevos retos sociales y medioambientales. «En la historia, los momentos donde hubo más regulación financiera fueron en los que se disparó la innovación, pero los excesos de regulación de una u otra manera han estado asociados a las burbujas bursátiles y financieras», recordó.
De hecho, según el exministro José Antonio Ocampo, en los últimos años han ido apareciendo elementos novedosos asociados a los activos digitales y como efecto de la crisis financiera de 2007. Sin embargo, aún prevalecen problemas como la integralidad de la información, la protección de los depositantes y el uso de activos digitales en transacciones ilegales, «en lo que la regulación está totalmente retrasada».
Esto se sabe de las criptomonedas en Colombia
Hacia Colombia, por ejemplo, se hicieron US$27.000 millones en transacciones cripto entre 2022 y marzo de 2023, según la Dirección de Inteligencia Policial (Dipol) a pesar de que la autoridad monetaria del país, el Banco de la República, no reconoce las divisas digitales como medio de pago legal ni como activo financiero o de inversión.
Al mismo tiempo la DIAN sí los trata como activos, intangibles por su naturaleza, pero al fin de cuenta activos, por lo que pueden ser sometidos al tratamiento tributario y deben ser incluidos en las declaraciones del impuesto sobre la renta y complementarios como patrimonio.
Lo cierto, de acuerdo con el académico, es que el tema se debe tomar con cautela porque en el mundo, a pesar de que se han explorado diferentes alternativas de legalización, hay todavía mucha dispersión en la regulación y la posibilidad de tener un marco global parece lejana, lo cual se constituye en el primer reto.
“Lo que es claro es que las regulaciones nacionales son insuficientes, hay operadores internacionales capaces de saltarlas. Hacia el futuro es necesario un desplazamiento de buena parte de la regulación hacia entes internacionales, pero veo con preocupación que no hay interés de avanzar de manera holística y global”, indicó al respecto Jorge Humberto Botero, expresidente de Fasecolda, el gremio de las aseguradoras.
Beethoven Herrera recordó que China adoptó estos activos en 2024, cuando tenía el 90 % de las operaciones, pero luego el gobierno prohibió las transacciones en 2019 por falta de valor real y gran volatilidad. Por su parte, El Salvador declaró el Bitcoin moneda de curso legal en 2019, pero tuvo que revertir la decisión este año, presionado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Además, en Estados Unidos, el presidente Donald Trump prometió en campaña legalizar las criptodivisas y tras posesionarse lanzó una reserva estratégica de bitcoins para diversificar los activos del gobierno, empujando su precio a US$100.000. Previamente, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) autorizó el ETF de bitcoin (fondo de inversión) para tranzar en la bolsa de Nueva York, en el cual ya participan 11 aprobados.
El decano de Prime Business School de la Universidad Sergio Arboleda, Ramón Guacaneme, destacó que desde la introducción del blockchain en 2008 los sistemas financieros han empezado a experimentar una profunda transformación, donde se desafían paradigmas tradicionales. «En ese contexto, la economía digital y la banca deberían buscar adaptarse en un ámbito cambiante en el que el crecimiento exponencial y la falta de regulaciones claras pueden haberse convertido en pilares fundamentales», aseguró.
“La humanidad ha buscado de forma milenaria un medio de pago que todo el mundo acepte y tenga indiscutible valor”, recordó el profesor. ¿Son las criptomonedas? Para sus adeptos, sí, porque, a diferencia de monedas como el dólar, no se ven afectadas por políticas públicas o monetarias; además, se liquidan en minutos y la autenticidad puede ser verificada fácilmente por cualquiera en internet sin costo.
Pero el debate de la regulación en medio de la innovación y la salvaguarda de la estabilidad financiera continúa vigente. «Poder compatibilizar esas dos agendas es el dilema clásico de la regulación financiera y se explora a la luz del blockchchain y las criptomonedas», resaltó durante el evento el presidente de Asobancaria, Jonathan Malagón.
El profesor Herrera concluyó retomando las palabras del economista estadounidense Paul Krugman, quien dijo que más allá de la regulación, si estas inversiones no resultan como se esperaba, “si la pérdida de valor, la volatilidad y el pánico las hacen poco fiables, el mercado conducirá a desestimularlas”.