En el informe, Condiciones Actuales de El Niño-La Niña, reveló que en Colombia se prevee, a lo largo del tercer trimestre de 2020, que las probabilidades de condiciones neutrales se mantengan. En la escala menor a un año (intraestacional) se espera una moderada influencia de la oscilación Madden y Julian (OMJ) en el comportamiento de las lluvias.
Así lo dieron a conocer la Dirección General Marítima (Dimar), el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, el Servicio Geológico Colombiano, el Departamento Nacional de Planeación y el CTN Erfen, basados en los resultados del monitoreo y seguimiento de las variables oceánicas y atmosféricas.
De acuerdo con los resultados y los análisis de los centros mundiales de seguimiento y predicción climática, se espera que, entre julio y septiembre de 2020, las probabilidades de condiciones neutrales también se mantengan.
Los resultados del pronóstico de los modelos del Ideam, para julio, prevén un aumento de las precipitaciones de 10 % a 30 % en gran parte de las regiones Caribe y Andina.
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Para la región Pacífica se esperan volúmenes de lluvias cercanos a los registros históricos; mientras que en la Orinoquía y Amazonía se espera ésta misma situación excepto en el centro-oeste de los departamentos de Meta y Caquetá, donde se prevén reducciones de lluvia de 30 % con respecto a la climatología de referencia.
Por su parte, en las zonas urbanas, especialmente en donde las redes de alcantarillado han superado su capacidad y se han venido teniendo de manera reciente anegamientos, será fundamental establecer campañas de limpieza y estrategias de respuesta eficientes frente a un fenómeno extremo que pueda suscitarse.
“Aunque desde mediados de junio normalmente se da inicio a la temporada de menos lluvias, es muy probable que el tránsito de ondas tropicales en interacción con otros fenómenos incremente la probabilidad de lluvias fuertes de corta duración. Aunque comparando junio y julio, este último es un mes en el que normalmente disminuyen un poco las lluvias, es muy probable que el tránsito de ondas tropicales, en interacción con otros sistemas meteorológicos, incrementen la probabilidad de lluvias fuertes de corta duración”, expuso el informe.
La Comisión Colombiana del Océano indicó que las precipitaciones recientes en diversas áreas de montaña del país, mantienen aún importantes contenidos de humedad en los suelos. Por tal razón, invitó a las entidades territoriales de gestión de riesgo, a mantener muy activas las medidas de contingencia y preparación frente a una determinada condición de amenaza, especialmente en esas zonas en las que históricamente se han presentado eventos de origen hidrometeorológico de carácter súbito y/o torrencial.
¿Qué otras condiciones hay?
Según el informe, hasta el momento, continúa la tendencia del enfriamiento en la zona oriental de la cuenca del Océano Pacífico tropical, mientras que en la zona central y occidental continúan en el rango neutral con una leve tendencia al enfriamiento.
El documento también expone que los valores de anomalías de la temperatura superficial del mar se mantienen dentro de las condiciones neutrales, con una tendencia hacia valores negativos.
Además, de acuerdo con el informe, el tránsito de las ondas tropicales, que han presentado una mayor frecuencia y actividad durante los últimos días, podrían intensificar el comportamiento de la precipitación en diversas zonas del país, en las próximas semanas.
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Como se sabe, históricamente la temporada de huracanes se presenta de forma oficial entre el primero de junio y el 30 de noviembre. Así las cosas, con la salida de modelos de pronóstico, se proyecta que dicha temporada sea activa con la presencia de una cantidad de ciclones tropicales por encima de lo normal.
Es por esto que, desde el inicio de la temporada, se han presentado cinco tormentas tropicales en el Atlántico (Arthur, Bertha, Cristóbal, Dolly y Eduard) y tres en el Pacífico (Amanda, Boris y Cristina), lo que demuestra una importante actividad de las ondas del Este.
Las entidades expertas en la medición y cambios climáticos revelaron que, más allá del pronóstico, debe tenerse en cuenta que tan solo la ocurrencia de un evento con una repercusión directa (mar de leva, vientos fuertes y precipitaciones extremas) sobre la costa norte del país y el archipiélago de San Andrés y Providencia, puede ocasionar grandes daños y pérdidas.
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