Hace 30 años, e incluso antes, el país cometió una serie de errores que lo llevaron a la oscuridad por casi un año, pérdidas económicas y descuadres en la calidad y vida diaria de los ciudadanos de ese entonces; en este especial de energía, Valora Analitik hará un repaso por los errores del apagón en Colombia y los que se se presentan en la actualidad: que ponen en riesgo el sistema eléctrico nacional.
De acuerdo con Daniel Enrique Medina, presidente Asociación Colombiana de Ingenieros (Aciem), en entrevista con este medio de comunicación, el apagón en Colombia de 1992 – 1993 tuvo como principal causa la falta de preparación del sector para afrontar adecuadamente el Fenómeno de El Niño (calentamiento de las aguas del Pacífico) de hace 30 años.
Todo esto llevó al país a uno de los racionamientos más severos vividos en mucho tiempo por los colombianos.
«El descenso dramático de los niveles de los embalses, así como la insuficiente y deteriorada capacidad instalada de la generación térmica, produjeron que se no se contara con la energía suficiente para atender la demanda requerida en los sectores residencial, industrial y comercial», relató Medina.
Adicionalmente, no se previó la importación de combustibles para respaldar la generación térmica que le hubiera permitido al país afrontar exitosamente la emergencia climática.
Todo esto ayudó a gestar que, durante 11 meses, tanto el clima con el Fenómeno de El Niño como una deficiente infraestructura energética obligaron a los colombianos a acostumbrarse a vivir a oscuras.
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«Es indudable que el monopolio que tenía el Estado colombiano en el sector eléctrico colombiano, no permitió contar con las herramientas adecuadas ya que al tener centralizado el sistema, las labores de mantenimiento de las plantas de generación y la expansión del sistema presentaron atrasos considerables respecto a los planes de ampliación de la época», manifestó el líder de Aciem.
Sergio Rengifo Caicedo, director ejecutivo del Consejo Empresarial Colombiano para el Desarrollo Sostenible (Cecodes), coincide en que, cuando se analizan las causas del apagón en Colombia, lo primero que se trae a colación es el bajo nivel de agua que presentaban los embalses, generado por el fuerte Fenómeno de El Niño que azotaba al territorio en ese momento.
Los errores más graves del apagón en Colombia
«Teníamos una fuerte dependencia de la generación hidroeléctrica de energía y la crisis se acrecentó por la inadecuada gestión que se tenía sobre el sistema eléctrico nacional», le precisó a Valora Analitik Rengifo Caicedo.
Dentro de los principales hallazgos identificados en 1992-1993 estuvo que el sistema eléctrico era un “monopolio del Estado”, lo que significa que el sistema era totalmente administrado por el Gobierno Nacional, con mucha influencia política y carente de manejo técnico de las empresas del sector que, según muchos expertos, desencadenó problemas de desbalance en la oferta y demanda de la energía eléctrica.
Para el director de Cecodes, la palanca de financiamiento del sector era la deuda pública -que para la época representaba el 30 % de la deuda externa de Colombia, generando una alta dependencia al movimiento de las tasas de interés y al efecto de la devaluación del peso frente a la TRM (dólar), que para ese entonces fue del 51 %-.
Por esto, uno de los aciertos que destacó el líder de Cecodes -que trajo consigo la crisis del apagón en Colombia- fueron las alianzas público-privadas que permiten y propician la sostenibilidad del sistema eléctrico en Colombia.
«El sector privado ha avanzado en el camino hacia la transición energética en Colombia y el Gobierno Nacional debe trabajar en conjunto con estos avances para fortalecer la política pública en este sentido», destacó el líder de Cecodes.
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Los errores de la actualidad
Así como hace 30 años, en la actualidad el país ha o está cometiendo algunos errores que pondrían en riesgo al Sistema Interconectado Nacional (SIN) y que, en el peor de los casos llevarían a un apagón en Colombia.
Al respecto, el presidente de Aciem le expuso a Valora Analitik que -con la posible llegada del Fenómeno de El Niño en junio de 2023- hay un alto riesgo de que el país no esté preparado para afrontar esta emergencia poniendo en jaque al SIN.
Por lo cual, según el líder gremial, es necesario agilizar la entrada de los proyectos de generación y transmisión que están pendientes de aprobación de licencias ambientales o de consultas previas con comunidades por parte del Gobierno Nacional, para que éstos se conviertan en un respaldo del sistema y eviten racionamientos.
«Para darle mayor confiabilidad al sistema, igualmente, se debe garantizar el suministro de carbón y acelerar la ampliación de capacidad de la Planta de Regasificación del Atlántico para respaldar al sistema en los meses venideros», apuntó Daniel Enrique Medina de Aciem.
Entre tanto, Sergio Rengifo Caicedo de Cecodes afirmó que un tema de especial atención es la intención de regular las tarifas de los servicios públicos por parte del Estado.
Para el experto, esto puede generar incertidumbre del sector privado por el temor a que no se asegure la rentabilidad y seguridad jurídica para los inversionistas.
«Hay que resaltar el papel que han jugado entidades como la CREC, que cuenta en su comisión de regulación con los ministros de Hacienda, Minas y Energía, del director del DNP y de un comité de expertos independientes, a lo largo de las últimas tres décadas han ofrecido estabilidad frente al marco regulatorio para los stakeholders. Y, con esto, un óptimo nivel de confiabilidad del sistema», aseveró.
Precisamente, de acuerdo con Rengifo Caicedo, la confiabilidad es un tema «supremamente importante para la seguridad energética» y es imperativo que este ligado a la confianza de los inversionistas frente al sistema, pues estos hacen posible la materialización de proyectos de expansión encaminados a que la oferta energética sea capaz de suplir la demanda.
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«Indudablemente, tener una alta inversión privada en el sector eléctrico nacional deriva en que el apalancamiento del sector no se realice con inversión pública, lo que libera al Estado para financiar otras necesidades», planteó el vocero de Consejo Empresarial Colombiano para el Desarrollo Sostenible.
Otro aspecto para destacar es el seguimiento del plan de transición energética, en el cual se planea una transición energética gradual, dando a su vez continuidad a la exploración y explotación de combustibles líquidos y a gas.
«Favorecer la exploración y producción de minerales, como el cobre, es vital no solo para el desarrollo de la infraestructura de proyectos de energías renovables, sino también para el montaje de líneas de transmisión. El propósito gradual de este plan tendrá gran impacto en la seguridad energética. Pues, no hay que olvidar que cerca de 29 % de la energía generada en el sistema es a partir de combustibles fósiles, esto hace que su sustitución deba ser progresiva sin afectar la oferta energética», recomendó el líder del gremial.