La Superintendencia Nacional de Salud (Supersalud) anunció la prórroga por un año más de la intervención de la EPS Famisanar, con el objetivo de asegurar la prestación del servicio de salud y estabilizar las finanzas de la entidad.
Esta decisión fue formalizada mediante una resolución emitida el 13 de septiembre de 2024 a la que tuvo acceso Valora Analitik.
El proceso de intervención, iniciado el 15 de septiembre de 2023, se prolongará así hasta el 15 de septiembre de 2025.
Durante este periodo, Famisanar podrá continuar afiliando nuevos usuarios, una medida que había sido suspendida previamente.
A su vez, Sandra Milena Jaramillo Ayala seguirá desempeñándose como interventora, encargada de gestionar las medidas correctivas.
La Supersalud ordenó un seguimiento mensual para evaluar el avance de las medidas implementadas.
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La intervención de Famisanar, ¿en qué va?
De acuerdo con los informes técnicos, Famisanar no ha cumplido con los indicadores financieros exigidos por la ley, lo que incluye capital mínimo y patrimonio para su funcionamiento.
Además, la entidad presenta serias dificultades en el pago a su red de prestadores de servicios, lo que ha comprometido la continuidad y calidad de la atención en salud.
«Continua la incertidumbre en la recuperabilidad del activo por impuesto diferido con saldo de $400.150 millones a julio de 2024, toda vez que esta está sujeta a la obtención de utilidades en vigencias futuras y durante el periodo de intervención este precepto no se ha logrado», señala la SuperSalud en su resolución.
A los argumentos por parte de la entidad se suman inconsistencias en la información financiera reportada, lo que dificulta la supervisión, además de diferencias en los datos sobre pagos a prestadores y proveedores.
Adicionalmente la Supersalud sostiene que Famisanar no ha implementado estrategias efectivas para mejorar el acceso oportuno a los servicios de salud, lo que ha derivado en un aumento de reclamaciones por parte de los usuarios.
La EPS también enfrenta problemas en la gestión de más de 700 contratos pendientes por liquidar y una baja efectividad en el cierre de PQR, lo que refleja deficiencias en su red de prestadores y en la resolución de problemas de acceso a servicios.
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