Acogiendo las disposiciones de la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA), EPM finalizó la aplicación del cobro por alto consumo de agua potable para los subsistemas de acueducto operados por la compañía en los diez municipios del Valle de Aburrá y algunos sectores del Oriente antioqueño.
La Resolución 039 de la CRA se aplicó desde el 29 de enero de 2024, debido a las condiciones climáticas asociadas al Fenómeno de El Niño, y definió un cobro adicional por los consumos de agua potable del sector residencial que sobrepasaran los 26 metros cúbicos en el caso del Valle de Aburrá y 22 metros cúbicos para los sectores atendidos en el Oriente antioqueño, en aquellas zonas donde la cantidad de agua disponible para potabilización fuera inferior a la demanda.
Los sectores operados por EPM en los que aún aplicaba la medida eran los subsistemas de Barbosa, Caldas y Aguas Frías (occidente de Medellín), debido a que los últimos registros de caudales de las fuentes superficiales que abastecen las plantas de potabilización de estos territorios continuaban evidenciando una diferencia en relación con la demanda.
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Desde el 7 de junio de 2024, la medida de la CRA solo se aplicará en las regiones cuyas fuentes de abastecimiento dependan de las áreas hidrográficas Orinoco y Amazonas, exceptuando así a todos los territorios donde EPM opera el servicio de acueducto.
Ante las condiciones climáticas actuales, EPM reporta un balance satisfactorio del comportamiento de su sistema de acueducto durante el fenómeno de El Niño, ya que, aunque fue necesario realizar algunas interrupciones del servicio debido a reducción de caudales en fuentes menores y en el embalse Piedras Blancas, el 96 % de sus usuarios no vieron impactada la continuidad de su servicio por causas asociadas a este fenómeno.
Este porcentaje evidencia la efectividad de los $3 billones que EPM ha invertido desde el 2016 para el fortalecimiento de su sistema de acueducto ante los eventos de variabilidad climática.
EPM se prepara para la posible llegada del fenómeno de La Niña, que podría representar desafíos técnicos para el sistema de alcantarillado y para la prestación del servicio de acueducto en algunas zonas cuyas plantas de potabilización son abastecidas directamente por fuentes superficiales.