EPM descarta daño estructural en represa de HidroItuango

- Publicidad -   El gerente de Empresas Públicas de Medellín (EPM), Jorge Londoño de la Cuesta, afirmó que no se ha presentado ningún movimiento estructural atípico en la presa del proyecto hidroeléctrico HidroItuango. Sin embargo, mencionó que su preocupación, más que por el agua que pasa por la parte alta de la presa, está […]

 

El gerente de Empresas Públicas de Medellín (EPM), Jorge Londoño de la Cuesta, afirmó que no se ha presentado ningún movimiento estructural atípico en la presa del proyecto hidroeléctrico HidroItuango.

Sin embargo, mencionó que su preocupación, más que por el agua que pasa por la parte alta de la presa, está ahora en el agua que pasa por debajo, «que no esté desestabilizando la base».

Informó que para recuperar la casa de máquinas hay que desinundarla y evaluar «en qué estado quedó después del proceso de estar evacuando agua durante todas estas semanas».

De los 11,4 billones de pesos, que es el costo total del proyecto, se han invertido un poco más de 8 billones de pesos.

«La casa de máquinas es una parte importante, pero no lo es todo. También son relevantes la presa, una subestación de energía, entre otras estructuras», puntualizó.

Las pólizas de seguro que tiene el proyecto son de tres tipos: de daño material, de lucro cesante y de responsabilidad civil.

La de daño material es de unos 2.500 millones de dólares.

El gerente de EPM, asimismo, invitó a todas las comunidades e instituciones a preparar planes de evacuaciones masivas en municipios aguas abajo: Puerto Valdivia, las cabeceras de Tarazá y Cáceres, Caucasia, Nechí y La Mojana.

En Puerto Valdivia ya fue evacuada la mayor parte de los habitantes.

El peor escenario

Londoño de la Cuesta indicó que el peor escenario sería el rompimiento de la presa, pues el volumen del caudal sería significativo.

Las primeras señales comienzan a darse un tiempo antes, no es fortuito o no ocurre en un instante.

Cuando empiece a mostrar desestabilización, se encenderá la alerta roja.

«Para eso organizamos el plan de emergencia, que está dentro del plan de contingencia, en caso de que se presenta la alarma roja», añadió.

Calcula que en Puerto Valdivia las aguas podrían estar llegando en hora y media. Por Tarazá y Cáceres estaría pasando en cerca de cuatro horas; en Caucasia, en 10 horas; y en Nechí, en 20 horas.

«A medida que va avanzando el tránsito del río por los municipios, va disminuyendo la mancha hídrica que se podría dar con el rompimiento de la presa», explicó.

En todo caso, se trata de una medida preventiva.

Los cinco municipios suman alrededor de 120 mil personas.

Aclaró que al momento no se tiene evidencia de erosión de la presa, que está en inspección permanente.

El invierno afecta el proyecto de dos maneras. Si llueve en el sur del país, llega más agua en el río Cauca y se estaría llenando el embalse con mayor rapidez, en particular si llueve de Santa Fe de Antioquia hacia el Valle del Cauca.

«Aumentan los caudales del río, por tanto, nos da menos tiempo para construir la presa», mencionó el gerente.

La segunda parte es en el sitio de la presa, donde se necesita colocar el limo arcilloso y enrocado. Estos deben compactarse o se vuelve pantanero, pero solo se ha podido avanzar parcialmente, afectando el cronograma.

En condiciones óptimas, se hubiese concluido el realce de la presa el 20 de mayo.

«Estamos estudiando qué posibilidades hay de encontrar otra galería para transportar el enrocado. Mientras tanto, colocamos el limo. En las próximas horas podría confirmarles una nueva fecha», dijo Londoño de la Cuesta.

Uno de los retos, entonces, es subir la altura de la presa hasta la cota 410, ahora se encuentra en 403.

Pero, esa tampoco sería la solución definitiva, se tendría además que eliminar el agua que está saliendo por la base de la presa.

Una alternativa sería cerrar una o dos compuertas de la casa de máquinas, que solo se podrá hacer cuando se tenga llena la presa, porque si no se llena más rápido el embalse.

Para evitar una creciente como la del sábado «tenemos que trabajar en una solución de taponar esos túneles», añadió.

Más en el mediano plazo, desembalsar cuando se tenga el embalse en un nivel más bajo, ahí «la situación quedaría más controlada».

Afortunadamente, dijo, el caudal ha llegado a un promedio por debajo de los 2.000 metros por segundo, lo que ha permitido que el aumento del embalse haya sido relativamente bajo.

En cuanto a la capacidad de evacuación, una parte sale por un túnel y otra por casa de máquinas.

«A pesar de las contingencias de ayer, que suba más lento nos ayuda a ganar tiempo para el realce», precisó.

Accidentes

Reiteró que los eventos de ayer dejaron a cuatro personas que estaban trabajando en la obra heridas.

En la noche, un ventilador industrial cayó encima de un trabajador, lo que le causó un golpe en la cabeza.

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