Enel-Emgesa reportó su balance del año 2020, periodo que terminó con ingresos operacionales por más de $4,2 billones, 4,6% más que los registrados en 2019, que fueron de $4 billones.
Durante el año, la compañía tuvo el 20,2% de participación en la generación de energía de Colombia, posicionándose como el segundo generador y comercializador de energía eléctrica.
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Además, es la segunda generadora en capacidad instalada. Enel-Emgesa cerró 2020 con un Ebitda positivo 6,6 % por encima de ese mismo indicador en 2019.
La organización explica ese comportamiento en mejores precios de venta en contratos por mejores condiciones de mercado ante el retraso en la entrada en operación de Hidroituango. Argumenta que también se relaciona con la indexación al Índice de Precios al Productor (IPP).
También hubo mayores precios de venta en el mercado spot, un incremento en el volumen de prestación del servicio de regulación de la frecuencia y en los ingresos por venta de bonos de carbono.
“Los resultados financieros de cierre de 2020 que presentamos evidencian la solidez de Enel-Emgesa”, dijo Lucio Rubio Díaz, director general de la empresa.
Rubio Díaz destaca las inversiones en mantenimientos y modernizaciones que realizaron durante el año pasado. En ese periodo finalizaron la automatización y el telecontrol de las centrales de Río Bogotá.
Enel-Emgesa generó 69.324 kilovatios hora (GWh) en 2020, un 1,2 % menos que el promedio de 2019 que se había ubicado en 70.115 GWh. 95 % de esa producción provino de hidroeléctricas; el restante, de fuentes térmicas.
Su capacidad instalada neta equivale a 3.506 megavatios. Es decir, el 20,1 % del Sistema Interconectado Nacional.
Positivo para Grupo Energía Bogotá
Por su parte, según el análisis de Valores Bancolombia sobre los resultados de la compañía y de resultados de Codensa, asociadas al Grupo Energía Bogotá (GEB), son positivos para la consolidación del método de participación del conglomerado, con un aumento anual de 3,3% en las utilidades y una sorpresa positiva de casi 15%.
El desempeño de Codensa fue negativo, pero en línea con sus estimaciones. Esto al registrar unas cifras inferiores a las del cuarto trimestre de 2019 y márgenes operacionales en la parte baja del rango de largo plazo. No obstante, sobresalió la contribución del nuevo cargo de remuneración de la actividad de distribución, el cual ajusta la base regulatoria de activos, reconoce incentivos en calidad del servicio e incorpora el reconocimiento de los costos de AOM (Administración, Operación y Mantenimiento) de la gestión de pérdidas de energía.
Por su parte, en Emgesa los resultados fueron más positivos de lo esperado, principalmente impulsados por una mayor cantidad de energía vendida en bolsa frente a lo pronosticado en su modelo. Sobresale la política comercial de Emgesa con ventas concentradas mayoritariamente en contratos (86%), que le permitió a la compañía contrarrestar la disminución de 38% en el precio promedio de la energía en bolsa.
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