Los hábitos del consumidor han cambiado y difícilmente volverán a lo que eran antes, debido a las consecuencias de la pandemia por el coronavirus.
El crecimiento de las ventas electrónicas ha generado la aparición de tiendas ocultas, como había ocurrido con las cocinas ocultas, antes de la pandemia por el coronavirus.
Las aplicaciones de pedidos por domicilios crearon nuevas dinámicas comerciales, según un análisis entregado por Pomar, una empresa del sector lácteo, fundada en 1953.
En los últimos meses, las compañías han puesto en marcha diferentes estrategias para permanecer cerca a sus consumidores y seguir siendo competitivos en el mercado. En ese sentido, Pomar ha combinado una serie de acciones para fortalecer sus canales de ventas tradicionales, con canales online y ahora con tiendas ocultas.
Esta nueva modalidad de tiendas ocultas tiene su origen en los restaurantes y cocinas escondidas que realizan ventas online y entregas a domicilio. Es así como los productos lácteos también se comercializan con este mecanismo, siendo plataformas como Rappi, I-Food y Cornershop las que usa la compañía de Cundinamarca que programa la entrega de pedidos, según lo solicitado por los consumidores.
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Nelson Molano, gerente general de Pomar, manifestó “los hábitos del consumidor han cambiado y difícilmente volverán a ser los mismos de antes. Cada vez más los pedidos a domicilio y venta de e-commerce han ganado su confianza, dada las restricciones que aún permanecen y que limitan la movilidad de las personas de acercarse a espacios físicos”.
La tecnología ha marcado un antes y un después en el proceso de ventas; y aunque en Colombia, un gran número de compradores se inclinan por el canal tradicional, este tuvo una disminución de 2,3 % en comparación con los canales modernos que obtuvieron una participación de 40 %, de acuerdo con el estudio de la consultora internacional Kantar de septiembre de 2020.
Molano aclaró que si bien el e-commerce ha crecido de manera exponencial este no reemplazará las tiendas de barrio, debido a que seguirá siendo el canal más importante de distribución en el país. Por lo cual, estas deben adecuarse, dar un paso hacia la venta digital y de entregas a domicilio que les permitan una recuperación económica y, sobre todo, que les faciliten el proceso de compra a las personas.
“Hay que adaptarse a las diferentes necesidades del consumidor. Por ello, desde Pomar seguiremos apostando a tener presencia en diferentes plataformas, sin descuidar el tradicional, toda vez que al final la combinación de todos los canales nos ha acercado más a la mesa de los colombianos”, sostiene Molano.
A lo largo del año, la compañía ha tenido un crecimiento importante en sus ventas de por lo menos en un 30 %. Así mismo, esperan cerrar el año 2020 con ingresos alrededor de $150.000 millones.