Por: Jose Rosello, Asociado Buy Side Research de Credicorp Capital, empresa del Grupo Credicorp
Latinoamérica cuenta con los elementos necesarios para un ambiente dinámico de innovación: una situación demográfica ideal con un 60% de la población en edades entre los 20 y los 60 años, una clase media pujante, un acceso a internet por encima de sus pares en mercados emergentes y mayores opciones de inclusión financiera, tanto desde la regulación como en la oferta de productos. Lo cual nos lleva a esperar que el consumo interno en la región experimente una tasa de crecimiento superior al promedio mundial, y muy por arriba del crecimiento del PIB regional.
Recomendado: Así avanza el Distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación de Bogotá Región
Frente a esto, muchos se preguntan si este crecimiento será, como estamos acostumbrados, lento, volátil y con una alta dependencia de los ciclos macroeconómicos. Pues al final, la creencia, es que el crecimiento en Latinoamérica es impulsado por materias primas principalmente, algo que gracias a la tecnología y la fundación de empresas innovadoras cada vez está más desvirtuado y que han permitido cambios de paradigma en el continente, impulsando la creencia de que se darán de manera dinámica y rápida, y en algunos casos exponencial. En resumen, algo parecido a lo que vimos durante la década de los 2000s en los Estados Unidos donde las empresas tecnológicas pasaron de representar del 5% al 30% del índice S&P500, en China desde el 2010 y ahora lo estamos viendo en otros mercados emergentes como el de la India.
Reflejo de esta dinámica
Es que hoy uno de los mayores bancos de Latinoamérica en valor de mercado no tiene una sola oficina y cuenta con escasos 10 años de existencia, y que, en Brasil, más del 50% de los universitarios se gradúan de programas de educación a distancia. Las brechas y complejidades que existen en toda Latinoamérica abren espacio para empresas que buscan, a través de sus modelos disruptivos, incrementar la bancarización, facilitar el acceso a la salud, mejorar los niveles educativos entre otros temas importantes. La disrupción a través de la tecnología que caracteriza sus modelos les permite ser más dinámicos en la implementación y menos costosos para el consumidor, mientras ofrecen un nivel de servicios superior al de las empresas ya establecidas, al tiempo que llegan a un número de usuarios que antes tomaba décadas.
El tamaño del mercado y el ambiente regulatorio favorable le ha permitido a Brasil volverse el Silicon Valley de Latinoamérica. Sin embargo, empresas argentinas, mexicanas, chilenas y colombianas están presentes con modelos de negocio que las han llevado a traspasar sus respectivas fronteras y ser parte del día a día del consumidor, como Mercado Libre y Rappi, mientras otras son el motor de la transformación energética, como SQM y WEG.
Pese a esto, no estamos exentos de riesgos externos, en los últimos meses el sector tecnológico junto con empresas de alto crecimiento se ha visto impactado por la rápida subida de tasas y la subsecuente reducción de apetito de riesgo que esto conlleva. Los titulares anunciando despidos masivos o de quiebra de bancos relacionados con la industria de innovación ha generado alarmas y momentos de turbulencias que han llevado al mercado a no discriminar de manera precisa y castigar en exceso también a empresas que no lo merecen.
Así, resulta importante aclarar que las empresas latinoamericanas de innovación que se encuentra listadas en la bolsa cuentan con modelos de negocio probados, con una estructura de financiamiento más resiliente, y con un enfoque en crecimiento con rentabilidad, en comparación con el segmento venture no listado donde la gran mayoría aún no tienen utilidades. Muchas de estas empresas cotizan a valoraciones que son una fracción de lo que vimos hace poco tiempo, de manera injustificada, e inclusive por debajo de sus peers no listados cuyos negocios son más frágiles. Por lo que creemos que ahí es donde se abren grandes oportunidades a través de un portafolio diversificado y manejado activamente.
Así, estoy convencido de que lo importante es no dejarse llevar por el temor de los mercados, sino identificar estas oportunidades de inversión. Por ejemplo, desde Credicorp Capital, empresa del Grupo Credicorp, hemos seleccionado 60 empresas innovadoras que atacan oportunidades evidentes, grandes y estructurales, y que tienen el potencial de desarrollar ventajas competitivas sostenibles, a través del fondo Credicorp Capital Latin America Innovation, el cual permite al inversionista un diferencial único para exponerse a las empresas lideres de la economía del futuro a una valoración atractiva. El momento de invertir en innovación es, más que nunca, ahora.