La firma de estudios de mercado proyecta que el techo de ese gasto para el próximo año será de 3,4 % y un mínimo de 2,4 %.
Según la compañía, ese gasto será mayor a la inflación prevista para el próximo año que sería de 2,4 %, con un techo de 2,9 % y un piso de 1,9%. Para el crecimiento económico del país se proyecta un aumento de 4 % el año entrante, después de enfrentar una caída en 2020 de 8,2 %.
En otros indicadores para Colombia, Raddar afirma que el gasto real en educación llegará al 6,7 % en 2021, con un tamaño de mercado de $39,18 billones. Ese gasto será mayor que el previsto para el 2020, donde el tamaño de mercado del sector educación será de unos $36,71 billones.
De otro lado, el crecimiento del gasto en vivienda solo llegará al 1,7% en 2021, frente a un 3,6% de crecimiento proyectado en 2020. Mientras que el tamaño de mercado de vivienda se incrementará al pasar de $195,63 billones en 2020 a $198,95 billones en 2021.
El que sí se disparará considerablemente es el gasto en electrónica que pasará de una caída de 18,1% en 2020 a un incremento de 23,4% proyectado para el 2021. Este mercado tiene un tamaño acumulado para el 2020 de alrededor $4 billones mientras que para el 2021 presenta un valor proyectado de unos $5 billones.
Recomendado: Consumo de hogares retrocedió seis años en abril por coronavirus en Colombia
Entre los principales desafíos que ve la firma para el año entrante están la negociación del salario mínimo, un tema que siempre genera polémica en la sociedad, gobierno, empresarios y trabajadores, como también retos en la reforma tributaria que habría que tramitar para pagar la cuenta social que deja el Covid-19.
También aparecen inquietudes en torno al cambio climático, la rapidez para poder distribuir la vacuna contra el Covid-19 o la incidencia de las decisiones que tomará el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que pueden afectar a Colombia.
“La dinámica del gasto muestra que las ciudades principales han sufrido el mayor golpe de la crisis. Esto se debe a un mayor peso de los bienes durables, semidurables y los servicios dentro de su consumo. Al igual que niveles de contagio del virus mucho más elevado”, indicó Raddar.
Sin embargo, dentro de las ciudades intermedias se observan diferentes comportamientos que dependen de las características particulares de la actividad económica y social de cada región.
Por ejemplo, Pasto debido a su relación comercial con la frontera con Ecuador muestra aún un crecimiento negativo del gasto. Por otro lado, Manizales, que basa gran parte de su actividad económica en el turismo sufrió una de las peores caídas dentro de las ciudades intermedias.
Adicionalmente, Cartagena muestra una dinámica menor comparada con ciudades de la región caribe como Barranquilla y Montería, comportamiento asociado igualmente con el volumen de turismo, concluye el reporte.
—