Más de 30 puentes, 25 túneles y tres intercambiadores viales, que se abren camino a lo largo de 30 kilómetros de doble calzada, fueron inaugurados el lunes, 22 de noviembre en Colombia, para darle paso al megaproyecto del cruce de la Cordillera Central.
Las obras, ubicadas entre los departamentos de Quindío y Tolima, quedaron al servicio de los colombianos, tras poco más de un año de haberse entregado el túnel de La Línea, que queda en el mismo punto del país. Lea más en Noticias de Infraestructura.
Se trata del hito más importante en materia de infraestructura que se entrega en la actual administración, tanto por su importancia en materia de competitividad, como por lo representativo que se hace culminar una obra que lleva desarrollándose varios años.
Llegar a buen puerto implicó una inversión total de $2,9 billones, de los cuales $620.000 millones se entregaron en los últimos años.
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Esto permitió adjudicar tres nuevos contratos e implementar una gerencia especializada, que hoy tiene el cruce de la cordillera al 100%.
De esta forma, se ponen al servicio 30 kilómetros de doble calzada desde Calarcá hasta Cajamarca; 15 túneles en Tolima y 8 en Quindío, además de 16 puentes en Tolima y 15 en Quindío.
De estos últimos, el más largo es el puente Yarumo Blanco, que tiene una extensión de 643 metros.
Según el Instituto Nacional de Vías (Invías), esta iniciativa es la segunda más importante del proyecto por ser una estructura en forma de herradura y por haber sido epicentro de una maniobra única que no se había hecho antes en el país.
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Se repotenció el puente y se aislaron sísmicamente las cargas que transmite el suelo a cinco de los 12 apoyos de la estructura.
Túnel de La Línea, clave para el corredor
Eso sí, la más importante del corredor es el túnel de La Línea, que fue entregado en septiembre del 2020 y tiene una longitud de 8,6 km, lo que lo convierte en el túnel carretero más largo de América Latina.
Por allí han transitado más de 1,5 millones de carros de transporte liviano y pesado en los 14 meses que lleva habilitado.
Desde su puesta en marcha el año pasado, se dio la partida final para el proyecto y se redoblaron esfuerzos para lograr hoy su finalización, y dejar atrás pandemias, problemas geológicos y de infraestructura.
El cruce de la Cordillera Central se encuentra ubicado en una zona que representó esfuerzos técnicos de gran magnitud.
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Allí hay una complejidad geológica por la formación de sus montañas, pero también está inmersa en un área hídrica protegida y con una gran riqueza de flora y fauna.
Pese a lo anterior, los trabajos salieron adelante y hoy se suman a la infraestructura nacional, que incluye las tres vías 4G ya culminadas y puestas al servicio de los ciudadanos.
Su apertura es, además, clave para todas las regiones del país. En el plano regional, los tiempos de desplazamiento de quienes se movilizan entre Calarcá y Cajamarca serán de entre 30 y 50 minutos, dependiendo del tipo de vehículo.
Lo anterior significa una mayor competitividad para el país, pues, si bien se une directamente a dos departamentos, todo el suroccidente colombiano –que incluye al puerto de Buenaventura, el principal sobre el Pacífico colombiano– estará más cerca de Bogotá, Boyacá, Meta y los principales centros de producción.
Esta cercanía significa, además, una mayor productividad para sectores como el comercial y el turístico, claves para la reactivación económica de Colombia.
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