La pandemia llevó a la adopción de medidas preventivas de aislamiento y a operar desde la casa, que no es lo mismo al teletrabajo, señalan expertos.
Con la adopción del aislamiento social en todo el mundo y el confinamiento se pensó que el teletrabajo iba a convertirse en el modelo por excelencia que todas las empresas iban a adoptar en el mundo, y que sería ideal para todos los empleados.
Para Alexander Torrenegra y Andrés Cajiao, socios fundadores de Torre, empresa que conecta a teletrabajadores con compañías que buscan perfiles remotos, lo que pasó en la pandemia fue lo opuesto a hacer trabajo remoto. Sin embargo, las búsquedas de posiciones de teletrabajo se incrementaron un 400 % por la pandemia, según datos del Ministerio TIC.
Los expertos hablaron del tema a propósito de su libro Remoter en el que recopilaron testimonios de gurús del trabajo remoto en el mundo para construir una guía que permite escalar exitosamente equipos remotos, en beneficio de trabajadores y empresas.
Recomendado: Mercer: 88% de empresarios en Colombia evalúa trabajo flexible sostenible ante Covid-19
“Esta experiencia del coronavirus fue lo opuesto a tener trabajo remoto. Cuando se teletrabaja, se puede hacer desde un café, una piscina, una casa de descanso, en cualquier parte. En este caso, tuvimos que hacerlo encerrados, algo que no va con la idea del teletrabajo”, explicó Torrenegra.
Para Cajiao, el teletrabajo es una opción ideal para los jóvenes que fueron los que más sintieron las consecuencias del coronavirus, especialmente en el mercado laboral. La pandemia fue especialmente dura con la juventud que no encuentra oportunidades de trabajo.
Otra revelación es que las empresas deben buscar líderes que entiendan los beneficios del trabajo remoto. Según Torrenegra, si alguien obliga a sus empleados a ir a la oficina, pudiendo trabajar en casa, es un mal líder. Pero si además los obliga a ir a la empresa en pandemia, además es una mala persona.
También destacó que la comunicación es parte transversal del éxito de los equipos remotos. En su experiencia, muchos intentos de convertir las empresas en equipos remotos escalables fracasan porque los líderes olvidan comunicar los objetivos y avances de los proyectos.
Para los empresarios, ahora que están retomándose las actividades económicas no solo en Colombia, también en el mundo, es que se puede pensar en renovar y volverse verdaderos equipos de trabajadores remotos, o correr el riesgo de seguir con las malas prácticas, con lo cual una empresa podría estar en peligro de desaparecer.