Si bien el ahorro de los hogares se ha venido recuperando tras tocar niveles mínimos en junio de 2022, en medio de un proceso de reactivación económica, sigue estando por debajo del promedio que traía antes de la pandemia, a pesar de que su repunte sería clave para jalonar el desarrollo del país.
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De acuerdo con cifras del DANE, con corte a junio de 2024, el ahorro alcanzó los $25,6 billones y tuvo un incremento del 13,4 % respecto al primer semestre en 2023, principalmente porque el ingreso disponible crece más de lo que lo hace el gasto.
Para el segundo trimestre del año, el ingreso disponible de los hogares creció el 8 % frente al año anterior y superó los $337,8 billones. Este ingreso se compone de salarios, rentas a inversiones, rendimientos e intereses recibidos, por mencionar algunos.
Sin embargo, cuando se revisa la participación del ahorro de los hogares en la economía, la realidad es diferente. En los últimos trimestres, la proporción se ha ubicado en niveles cercanos al 4 % del Producto Interno Bruto (PIB), un ritmo similar al de la economía en general, pero por debajo del promedio de los últimos 15 años.
Una publicación del Banco de la República atribuye el crecimiento del ahorro a “la combinación de una dinámica favorable del ingreso disponible de los hogares, una disminución en las tasas de interés y una desaceleración del gasto en un entorno de menor endeudamiento”.
Se suaviza el gasto de los hogares
El gasto en bienes de consumo básicos (alimentos, salud, vivienda) ha sido una prioridad constante para los hogares durante los últimos años. Por el contrario, el gasto en bienes duraderos (como electrodomésticos o automóviles) y en servicios ha pasado de incrementos a reducciones y viceversa porque es más volátil a las variaciones en el ingreso.
«Las familias buscan mantener un nivel de bienestar estable, priorizando necesidades esenciales en tiempos de incertidumbre y expandiendo su consumo en épocas de bonanza», aclara un informe del centro de estudios ANIF basado en las cifras históricas publicadas por el DANE.
Los datos históricos del DANE muestran que en la pandemia el gasto en bienes durables se desplomó (-31,45 %) respecto al año anterior, específicamente en el segundo trimestre de 2020. Sin embargo, en 2021 se registraron niveles superiores a los que había antes de esta coyuntura (38 %).
Por su parte, el gasto en alimentos y productos de uso cotidiano solo cayó un 1,25 % en la pandemia (también segundo trimestre de 2020) y para el final de ese mismo año ya se había recuperado, incluso superó los niveles que traía hasta 2019. También ha repuntado el gasto en recreación, cultura y salud en los últimos trimestres.
“Este tipo de cambios en los patrones de consumo de los hogares luego de la pandemia tienen un reflejo importante en el ahorro interno del país, que está sumamente ligado a la inversión y las cuentas externas”, explicó ANIF en su informe semanal.
¿Qué hacen los hogares con el dinero ahorrado?
Cuando los hogares cuentan con dinero disponible que no destinaron al consumo, usan estos recursos para comprar activos que por su valor se consideran inversiones, tal como la vivienda u otros bienes inmuebles o equipos. Este excedente creció el 10,4 % y superó los $19 billones el segundo trimestre de este año (última cifra disponible).
Más del 80 % de estos recursos se destinan específicamente a vivienda, de hecho, su adquisición creció el 13,4% en el periodo mencionado. Otro rubro que suele tener una participación importante es el de equipo y maquinaria; sin embargo, este cayó un 17 % para junio de 2024.
El Banco de la República destaca en su informe que durante el último año se ha observado una estabilización de las inversiones de los hogares, acorde con mejores indicadores de demanda de vivienda del primer semestre de 2024.
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ANIF advierte que la inversión sigue la misma tendencia del ahorro: se recupera, pero se ve comprometida porque no logra alcanzar los niveles previos a la pandemia. “A medida que se reducen los recursos disponibles para financiar la inversión, su contracción es inevitable”, explicó el centro de estudios en su informe.
Los analistas coinciden en que los resultados más recientes muestran un mejor panorama, pero no dan por hecho que estemos cerca de recuperar el ahorro de los hogares o que vayan a aumentar las inversiones que estos hacen, pero insisten en que es necesario que suceda para “cimentar las bases del crecimiento de largo plazo que necesita nuestra economía”, como dijo ANIF.