En un análisis publicado por investigadores del Banco de la República, en el que se analizaron los impactos inflacionarios que tienen los alimentos después de pasar por el fenómeno de El Niño, se concluyó que este es significativo entre seis y nueve meses después del choque climático.
Para llegar a esta conclusión, se tomaron en cuenta periodos de sequía fuertes que se observaron entre marzo de 1962 y diciembre de 2018 en Colombia.
El estudio explica que con el fenómeno de El Niño los precios de los alimentos pueden subir hasta un 30% o 40% en la variabilidad del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Los investigadores encontraron un incremento, en promedio, en el IPC de inflación de alimentos cercano a 172,5 puntos básicos durante fuertes fenómenos de El Niño y 116 puntos básicos en el caso de un moderado periodo.
En particular, los hogares colombianos se vieron afectados en sus ingresos cuando la inflación de los alimentos pasó del 4,7% en diciembre de 2014 al valor máximo observado, que fue cercano al 15,7% en julio de 2016.
La motivación para esta investigación surgió cuando las autoridades monetarias estaban preocupadas por el efecto del último choque fuerte de El Niño en 2016 y las expectativas de inflación debido al aumento significativo de los precios de los alimentos en Colombia.
Su principal contribución es la cuantificación y estimación del impacto de un choque climático asociado con un fenómeno de El Niño de intensidad fuerte sobre los precios de alimentos al consumidor en Colombia.
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