La internacionalización de las microempresas en el Valle de Aburrá ha mostrado avances significativos en los últimos años, destacándose como un motor importante para la economía local y nacional. De hecho, el mercado principal fue EE. UU. en 2024, que recibió el 26 % de las exportaciones, según datos del Centro de Estudios para la Empresa Micro que lideran la Cámara de Comercio de Medellín, Cámara de Comercio Aburrá Sur, FGA – Fundación Fondo de Garantías, Proantioquia, Comfama e Interactuar.
En el primer semestre de 2024, el Valle de Aburrá registró 198 microempresas exportadoras, de las cuales el 76 % pertenece al segmento de activos hasta 121 salarios mínimos mensuales legales vigentes.
Estas empresas lograron exportar un total de 25 millones de dólares FOB, distribuidos así:
En cuanto a sectores, manufactura lideró en número de empresas exportadoras (55 %), aunque el comercio se destacó por el valor exportado, representando el 71 % del total (US$18 millones).
Los principales productos exportados incluyen:
- Perlas finas y piedras preciosas (32 % del total).
- Prendas y complementos de vestir (10 %).
- Cobre y sus manufacturas (10 %).
- Materias plásticas (8 %).
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Importaciones: el rol predominante del comercio
Por otro lado, 763 microempresas participaron en importaciones durante el mismo período, destacándose el segmento micro 1 con un 46 % del total. Las importaciones alcanzaron un valor de US$46 millones de dólares CIF.
El sector comercio dominó tanto en cantidad de empresas (67 %) como en valor importado (76 %, equivalente a US$35 millones).
China y Estados Unidos fueron los principales socios comerciales, representando el 52 % y 11 % de las importaciones, respectivamente. Los productos más importados incluyeron: reactores nucleares, calderas y aparatos mecánicos (21 %), material eléctrico (8 %) y vehículos y sus componentes (6 %).
De esta manera, Medellín concentra la mayor parte de la actividad de comercio exterior de las microempresas, con un 79 % de las exportaciones y un 78 % de las importaciones. Otros municipios como Itagüí, Envigado, Bello y Sabaneta tienen una participación menor, pero siguen siendo relevantes en el ecosistema empresarial.
A pesar de estos logros, la internacionalización de las microempresas enfrenta múltiples desafíos:
- Acceso a mercados internacionales: La limitada capacidad financiera y la falta de contactos dificultan el crecimiento en nuevos mercados.
- Diversificación de productos: Aunque los sectores comercio y manufactura son fuertes, hay oportunidad para impulsar el sector servicios, que actualmente representa solo el 8 % de las exportaciones.
- Infraestructura y logística: Mejorar las conexiones logísticas puede reducir costos y aumentar la competitividad.
Por otro lado, las oportunidades están claras:
- Iniciativas de capacitación: Programas liderados por las cámaras de comercio pueden ayudar a las empresas a mejorar sus estrategias de internacionalización.
- Aprovechamiento de tratados comerciales: Las microempresas pueden sacar ventaja de acuerdos internacionales para expandir su alcance.
- Transformación digital: Adoptar tecnología puede facilitar procesos de exportación e importación, reduciendo barreras burocráticas.
Así, las microempresas del Valle de Aburrá han demostrado ser resilientes y adaptables a pesar de las coyunturas nacionales e internacionales, y con estrategias adecuadas y el apoyo de entidades como las cámaras de comercio, estas empresas tienen el potencial de consolidarse como actores relevantes en los mercados extranjeros, fortaleciendo la economía regional.