El Banco Central Europeo revisa el programa de compras de emergencia (Pepp) que se implementó por la pandemia del Covid-19, como una opción para inyectar estímulos en la economía de la comunidad europea.
Entre los principales funcionarios del emisor, quienes representan a los 27 países que integran el grupo, comenzaron a surgir voces que piden reducir los montos destinados a esa inciativa, considerando que la economía tiene signos de mejora.
Jens Weidmann, desde Alemania, y Robert Holzmann, desde Austria, hablaron de reducir las compras, considerando que 2021 no es un año de crisis, cuando se compara con la situación que vivió el mundo en 2020.
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Weidmann plantea que “el programa está claramente vinculado a la pandemia y debe terminarse tan pronto como se supere la situación de emergencia,”, detallando que la economía en la zona euro avanza en la senda de la recuperación gracias al avance de la vacunación contra el Covid-19.
El economista alemán plantea una tendencia conservadora en la gestión de la economía, detallando que la política monetaria tiene como objetivo la estabilidad de precios a medio plazo.
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“Las condiciones de financiación deben evaluarse siempre en el contexto del desarrollo económico”, sentenció, argumentando que los rendimientos nominales de la deuda pública han aumentado desde comienzos de 2021 porque las expectativas de la inflación en la zona euro se acercan a la meta de alrededor del 2 %.
“Los mayores rendimientos de la deuda pública también son una expresión del hecho de que nuestra política monetaria está funcionando. Además, las mejores perspectivas económicas suelen ir de la mano de tipos de interés reales más elevados”, afirmó.
Holzmann, por su parte, apuntó que el programa terminará cuando termine la emergencia. El Banco Central Europeo considera que las compras de bonos facilitan que se mantengan las condiciones favorables de financiación en el sector financiero. Esta, a su vez, es un camino mediante el que se busca contrarrestar la presión sobre la inflación.
El programa de compras de emergencia por la pandemia se implementó en marzo de 2020. Luego, en diciembre de 2020, el Consejo de Gobierno del emisor aumentó el volumen máximo de compra de bonos como medida de precaución. Esa iniciativa, según calendario, estaría vigente hasta finales de marzo de 2022.
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