En su informe sobre la gestión de Daniel Quintero en el cuatrienio 2020 – 2023, Medellín Cómo Vamos -que hace seguimiento a la calidad de vida en la ciudad- demostró cómo, pese a que hubo más recursos, se generaron peores resultados en la ciudad.
La alcaldía de Quintero fue el periodo con mayores ingresos totales ejecutados en Medellín, llegando a $32,1 billones. Además, se registraron las mayores transferencias de EPM al distrito, siendo de $7,4 billones en valores reales de 2023.
Aun así, advierte que “los niveles de inversión se mantuvieron relativamente constantes en comparación a los últimos tres cuatrienios, cerca de $26 billones”. Además, la distribución sectorial y por comunas de la inversión reflejó una marcada disminución en recursos para la población más pobre.
A juicio de Medellín Cómo Vamos, “muchas áreas generaron malos resultados, a pesar de que el presupuesto de la ciudad no disminuyó. Es decir que con un poco más de recursos se generaron peores resultados, lo cual da cuenta de la mala gestión”.
La alianza interinstitucional privada que realiza seguimiento a indicadores claves en Medellín es enfática en señalar que “la ciudad no experimentó un deterioro en sus ingresos, pero sí en su gestión”.
Los problemas de gestión pública en la alcaldía de Daniel Quintero
Un punto de partida para entender ese deterioro, señala el informe, tiene que ver con que “la ciudad destruyó una lógica de gestión basada en colaboración del gobierno local con organizaciones no gubernamentales y empresarios”. Y no se trató del cambio de lógica en sí mismo, sino con que el reemplazo “tuvo serios cuestionamientos de transparencia y efectividad”.
En cuanto a la inversión, también hubo una caída de la satisfacción con la inversión. “Entre 2009 y 2019 la menor satisfacción con la inversión de recursos había sido del 47 %, mientras que entre 2020 y 2023 descendió a menos de la mitad de ese porcentaje (23 %)”. Adicionalmente, 7 de cada 10 ciudadanos consideraron que la corrupción en Medellín aumentó o se mantuvo igual.
El cambio de modelo planteado por Daniel Quintero como alcalde, relata Medellín Cómo Vamos, llevó a que “organizaciones no gubernamentales históricamente dedicadas a la atención de la primera infancia o el mantenimiento de las zonas verdes de la ciudad, para adjudicar contratos a operadores cuestionados o con poca o nula experiencia”.
Esto ya ha llevado al involucramiento de las autoridades. La Fiscalía y otros entes de control adelantan investigaciones por el manejo y la contratación de programas como Buen Comienzo, indagándose si se presentaron hechos de corrupción.
«Falta de innovación pública»
Buena parte de la narrativa del ‘quinterismo’ consistió en asegurar que existía una “coalición de políticos y empresarios que excluían a las mayorías sociales”. Esto se vio reflejado, por ejemplo, en el uso de la contingencia en Hidroituango, al tratarse de una construcción que funcionaba con cierta coordinación público-privadas.
Pero, además, las dudas sobre la gestión de Daniel Quintero también se reflejan en otros temas como la alta rotación de responsables administrativos. “Para darse una idea de la magnitud del problema, en el periodo 2020 – 2022, la Alcaldía de Medellín tuvo 83 secretarios de despacho encargados”.
Esto llevó a problemas de:
- Planeación del gasto y la contratación
- Pobre conocimiento de los problemas del territorio
- Demoras en el inicio de la prestación de servicios
- Periodos largos de desatención de servicios sociales básicos
- Contratos con cuestionamientos
- Profundización de la ausencia de competencia como mecanismo de mejora de la eficiencia
Por otra parte, Medellín Cómo Vamos señaló “falta de innovación pública” en la Alcaldía de Daniel Quintero, lo que impactó su gestión. “No solamente no diseñó nuevos programas sociales, sino que afectó aquellos que ya funcionaban bien. Por otro lado, estableció programas con mala calidad en el diseño como el de los computadores gratis o la plataforma informática Medellín me Cuida”, indica el informe.
«Relaciones poco claras entre entidades»
Además, hay preguntas sobre la gestión del conglomerado público del Distrito de Medellín, que consiste en 34 entidades. Este se habría usado para “convertirse en mecanismo de evasión del control mediante la difusión de la responsabilidad y las relaciones poco claras entre entidades”. Lo anterior, mediante la figura de contratación de convenios interadministrativos.
“Esta figura de convenios interadministrativos, aún con buenos controles, aleja a los interventores de la entidad experta, dado que el control real del contratista final pasa a manos de una tercera entidad que podría o no ser experta en la gestión de ese sector y contar con los incentivos adecuados para la eficiencia”, se lee en el informe.
Ejemplo de ello es que “los contratos del Inder pasan a manos de los supervisores de Metroparques y así en muchos otros contratos y sectores. Con esto se logra disminuir la capacidad del principal para controlar a sus agentes, destruyendo uno de los pilares principales de la gestión pública que es la estructura de delegación y control”.
Endeudamiento de Grupo EPM
Sobre los ingresos, Medellín Cómo Vamos señala: “llama la atención que en esta materia los ingresos del Distrito permanecieron constantes, con un leve aumento en el cuatrienio 2020-2023, pero viendo los últimos tres gobiernos en términos reales, la ciudad pasa por una fase de estancamiento fiscal”.
Con ello se llega a la conclusión de que la caída en la percepción de los ciudadanos no es por una caída en los ingresos, sino por una mala gestión pública.
Sobre la deuda pública se resalta que esta pasó de $2,5 billones en 2019 a $1,9 billones. Sin embargo, se pone la lupa sobre el hecho de que Grupo EPM, clave en el conglomerado público de Medellín, aumentó su nivel de endeudamiento. Su pasivo pasó de $40,7 billones en 2019 a $48,7 billones en 2022.
Por esos resultados, Medellín Cómo Vamos plantea una pregunta en su informe: “Ante la imposibilidad de endeudarse directamente el gobierno distrital, ¿lo que se produjo fue una estrategia de endeudamiento de EPM y luego un aumento de las transferencias al Distrito? ¿La Alcaldía endeudó a EPM para obtener más recursos por la vía de excedentes?”.
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Aumento de la pobreza multidimensional
De acuerdo con el informe, “la administración de Daniel Quintero no fue efectiva en proteger a los más vulnerables y en mejorar los indicadores sociales dos años después de haber superado la pandemia”.
Luego de la pandemia de Covid-19, Medellín se ubicó como una de las ciudades con mayor recuperación de empleos, algo atribuible a los esfuerzos del sector privado. Entre 2019 y 2023 se crearon 317.130 nuevos empleos, siendo en su mayoría aportados por las empresas.
En esa línea, hubo, además, un robustecimiento del tejido empresarial. En Medellín se pasó de 102.864 empresas en 2019 a 114.384 en 2023, un aumento del 11,2 %.
Aun así, los indicadores de pobreza muestran que, en los últimos dos años, “la reactivación económica no benefició a todos”.
Entre 2012 y 2019, las cifras de pobreza monetaria y pobreza extrema promediaron 24,8 % y 3,7 %, respectivamente. En 2020, por la pandemia, y como ocurrió en el resto del país, la pobreza extrema aumentó, pasando al 9,1 %.
Para 2022, ya en la senda de la recuperación, la pobreza multidimensional se ubicó en 11,7 % en corregimientos y 9,6 % en pandemias. No obstante, para 023, hubo un incremento en corregimientos y comunas, pasando a 13,8 % y 12,0 %.
Ruptura de la confianza por gestión de Daniel Quintero
La ruptura en la confianza se reflejó también en la favorabilidad de las instituciones. Por ejemplo, cayó significativamente la percepción sobre la prestación de servicios públicos. Sin embargo, la imagen favorable de EPM pasó de 90 % en 2019 al 74 % en 2023.
De acuerdo con la Encuesta de Percepción Ciudadana, adelantada por Medellín Cómo Vamos, la imagen favorable de EPM pasó del 90 % en 2019 a 74 % en 2023; el Área Metropolitana cayó del 92 % al 69 % y el Inder del 96 % al 77 %.
Telemedellín, el canal público de la ciudad, tuvo uno de los peores desempeños en percepción de favorabilidad pasando del 94 % en 2019 a 64 % en 2023.
Pero, además, hubo consecuencias sociales que también ponen en entredicho la gestión de Daniel Quintero como alcalde. Por ejemplo, entre 2020 y 2023 hubo un incremento en el número de hogares con dificultades para acceder a tres comidas diarias, con un 28 % de hogares afectados. Es el porcentaje más alto en 18 años.
“En el ámbito educativo, en 2022 se observó la tasa de deserción escolar más alta en los últimos 12 años. el porcentaje de instituciones educativas clasificadas como C y D en el Icfes aumentó de 37 % a 55 %”. Además, para 2022, 95 % de las sedes del sistema educativo requería algún tipo de mejoramiento. De las 203 acciones planeadas para ese objetivo, solo se ejecutaron 9 hasta diciembre de 2023.
Todo lo anterior, llevó a una ruptura en la confianza entre la ciudadanía y el Gobierno de Medellín.
Puede consultar en este enlace el informe completo de Medellín Cómo Vamos sobre la gestión de Daniel Quintero.
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