El lunes 16 de diciembre de 2024, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció una conferencia de prensa en su residencia de Mar-a-Lago, Florida, donde abordó diversos temas de política internacional, incluyendo la situación en Ucrania, las amenazas a Hamás, la inmigración hacia Estados Unidos y aranceles.
Inicialmente, uno de los temas de los que Trump se refirió fue uno de los asuntos que trató es la reciente salida del poder de Bashar al-Assad en Siria, expulsado por las milicias islamistas HTS.
A ello lo calificó como una “toma de poder inamistosa por parte de Turquía, un movimiento que consideró muy inteligente”. Esto porque se hizo “sin que se perdieran muchas vidas, y para remover a quien consideró un carnicero”.
Además, en relación con el conflicto entre Israel y Hamás, Trump reiteró su advertencia al grupo palestino, exigiendo la liberación de los rehenes antes de su toma de posesión el 20 de enero de 2025. Declaró que, de no cumplirse esta demanda, Hamás «lo pagará caro», sugiriendo que enfrentaría consecuencias severas si no libera a los cautivos en Gaza.
De igual manera, Trump expresó su intención de revertir la decisión de la administración saliente de permitir a Ucrania el uso de misiles de largo alcance ATACMS, calificando dicha autorización como «muy estúpida». Se mostró molesto por no haber sido consultado previamente y afirmó que no habría permitido el envío de estos misiles, argumentando que tal acción intensifica y empeora el conflicto con Rusia.
Con lo anterior, el próximo mandatario de Estados Unidos reavivó los temores de su plan para poner fin al conflicto, que cumplirá tres años en febrero, implica obligar a Zelenski a ceder los territorios anexionados por Rusia, ya que aseguró que el líder de Kiev tendría que llegar a algún acuerdo con Putin.
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¿Qué más dijo Donald Trump sobre inmigración y aranceles?
De otro lado, en cuanto al tema de inmigración en EE. UU., Trump reafirmó su compromiso de destinar «cientos de millones de dólares» para avanzar en la construcción del muro fronterizo con México, enfatizando su intención de reforzar las medidas de seguridad en la frontera sur de Estados Unidos.
Además, el mandatario estadounidense anunció planes para implementar deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados, lo que ha generado preocupación entre organizaciones pro-migrantes que se están movilizando para proteger a más de 11 millones de personas en riesgo de deportación.
En esa misma línea, Trump volvió a mencionar su intención de imponer aranceles del 25 % a las importaciones provenientes de Canadá y México, argumentando que estas medidas buscan abordar problemas relacionados con el narcotráfico y la inmigración ilegal. Asimismo, planea establecer un arancel del 10 % a los productos chinos, a pesar de que se refirió al presidente Xi Jinping como “un tipo increíble” al que le gustaría ver en su toma de posesión, para el 20 de febrero de 2025, con el objetivo de equilibrar la balanza comercial y proteger la industria estadounidense.
“Si nos quieren cobrar, no pasa nada. Pero les vamos a cobrar lo mismo. Los aranceles harán rico a nuestro país”, dijo el mandatario.
Estas declaraciones reflejan las prioridades de política exterior y económica que Trump planea implementar al asumir la presidencia en enero de 2025, generando diversas reacciones tanto a nivel nacional como internacional.