
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciará este miércoles 26 de marzo de 2025 la imposición de nuevos aranceles a las importaciones de automóviles, con el objetivo de fortalecer la industria automotriz nacional y corregir desequilibrios en el comercio internacional.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó que el anuncio se realizará durante una conferencia de prensa programada para las 4:00 pm horas en Washington D.C.
Trump había insinuado el lunes que los aranceles a los automóviles podrían llegar antes del 2 de abril, el día en que está previsto que comience su amplio plan de “aranceles recíprocos”.
“Lo anunciaremos bastante pronto, en los próximos días, probablemente, y luego, cuando llegue el 2 de abril, habrá aranceles recíprocos”, dijo en una reunión del Gabinete.
De acuerdo con información de CNBC, las acciones cayeron a mínimos de sesión después de que se anunciaran los nuevos planes tarifarios.
Aunque en ese momento se propuso un arancel del 25 %, no se implementó ninguna medida. Ahora, la administración Trump planea utilizar estos hallazgos para justificar la imposición de aranceles de hasta el 25 % a las importaciones de automóviles.

Consecuencias de la medida de aranceles a los vehículos en Estados Unidos
La industria automotriz estadounidense ha expresado su preocupación por el impacto potencial de estos aranceles, ya que muchas empresas dependen de cadenas de suministro globales.
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La imposición de aranceles podría aumentar los costos de producción, elevar los precios de los vehículos para los consumidores y reducir las ventas. Empresas como General Motors y Ford han experimentado caídas en el valor de sus acciones en respuesta a la noticia.
Además, se espera que estos aranceles afecten a países como México, Japón, Corea del Sur, Canadá y Alemania, que son los principales proveedores de productos automotrices a Estados Unidos. La posibilidad de exenciones es limitada, lo que podría tensar las relaciones comerciales con naciones que tienen acuerdos con Estados Unidos.
Este anuncio se enmarca en una serie de medidas proteccionistas adoptadas por la administración Trump, que incluyen aranceles previos sobre importaciones de China, México y Canadá, con el objetivo declarado de reducir el déficit comercial y fortalecer la economía estadounidense.
No obstante, Trump y sus funcionarios han sugerido recientemente que los aranceles que entrarán en vigor el 2 de abril podrían terminar siendo más suaves de lo que parecían en un principio.
El mandatario estadounidense afirmó el viernes que habrá flexibilidad con respecto a esos aranceles, y el martes por la noche sugirió que los gravámenes serán más indulgentes que recíprocos. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, indicó la semana pasada que los países pueden negociar previamente con Estados Unidos para evitar nuevos aranceles el 2 de abril, según indica el medio informativo CNBC.