El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que implementará una serie de medidas contundentes para abordar la migración en sus primeras horas de mandato.
Las declaraciones del candidato republicano están generando controversia, especialmente entre grupos defensores de derechos humanos y analistas políticos, quienes ven en estas propuestas una continuación de sus políticas de “línea dura” de su primera administración.
En ese sentido, Trump está ultimando una agresiva serie de decretos en materia de inmigración, las cuales hará públicas solo unas horas después de que el presidente electo jure el cargo.
Dicho paquete de medidas supone cambios drásticos en lo que tiene que ver con la política de migración de ese país, las cuales afectará a los inmigrantes que ya residen en EE. UU. y a los solicitantes de asilo en la frontera con México.
¿Cuáles serían las medidas de migración de Donald Trump?
Una de las principales estrategias que Trump ha delineado es el fortalecimiento de la seguridad en la frontera sur de Estados Unidos. En un reciente discurso, el mandatario reafirmó su compromiso de completar el muro fronterizo y aumentar el número de agentes de la Patrulla Fronteriza. “Vamos a recuperar el control de nuestras fronteras como nunca antes”, dijo Trump en un evento en Iowa el pasado martes.
De igual manera, el plan incluye barridos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. en las principales áreas metropolitanas, el envío de más recursos del Pentágono a la frontera sur, la imposición de restricciones adicionales sobre quién tiene derecho a entrar a ese país, junto con el retroceso de las políticas de la era Biden.
Según información de CNN, las fuentes sostienen que la administración entrante se centrará inicialmente, en los inmigrantes indocumentados con antecedentes penales susceptibles de ser expulsados en las principales áreas metropolitanas, como las ciudades de Washington, Denver y Chicago. Pero otros que se encuentren en el transcurso de esas operaciones también podrían ser puestos bajo custodia.
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De otro lado, el gobierno de Trump sigue evaluando diversas opciones para poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento y está revisando la aplicabilidad de la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798.
Otra pieza clave de su propuesta es la implementación de mayores restricciones a los programas de asilo. De acuerdo con The Washington Post, el plan de Trump incluiría cambios regulatorios que harían más difícil para los migrantes calificar para este beneficio, priorizando sólo casos de “extrema necesidad”. También se busca imponer cuotas más estrictas en la emisión de visas de trabajo y residencia permanente, bajo el argumento de proteger los empleos para los ciudadanos estadounidenses.
Así mismo, el equipo de Trump también planea eliminar el programa de libertad condicional humanitaria diseñado para proporcionar una vía legal a los cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos, lo que podría afectar a miles de inmigrantes recién llegados que actualmente pueden trabajar y vivir temporalmente en Estados Unidos
“El presidente Trump recibió un mandato del pueblo estadounidense para detener la invasión de inmigrantes irregulares, asegurar la frontera y deportar a criminales y terroristas peligrosos que hacen que nuestras comunidades sean menos seguras. Él cumplirá”, dijo Karoline Leavitt, portavoz de la transición Trump-Vance, en un comunicado.