El precio del dólar en Chile y en Brasil ha alcanzado máximos históricos en las últimas semanas por cuenta de factores locales y externos, una dinámica que podría replicarse en Colombia si se considera la paridad que han mostrado las divisas en los últimos años.
El 25 de noviembre, el cambio del dólar estadounidense en Chile tocó el valor más alto desde febrero de este año: 986,29 pesos chilenos. Los analistas locales atribuyeron la escalada a la inquietud del mercado frente a la posibilidad de que la administración de Donald Trump incremente los aranceles.
Por su parte, la tasa de cambio en Brasil sigue marcando récords. Ayer renovó su máximo histórico en 6,06 reales, con lo que acumula una variación del 24,3 % en lo que va del año. Esto obedece a la volatilidad generada en los mercados el anuncio del Gobierno de implementar un plan de recorte de gastos al tiempo que se amplían las exenciones tributarias.
Si bien los analistas han descartado que las políticas comerciales de Trump tengan efecto en Colombia, como sucede en Chile, el país comparte con Brasil una compleja situación fiscal, en medio de preocupaciones por el cumplimiento de la Regla Fiscal, necesidad de recortes de gasto público, dudas sobre la disponibilidad presupuestal en 2025 y el futuro de una ley que podría generar en sobrecostos para la Nación.
Pero el mayor indicio de que el precio del dólar también escalaría en Colombia es la paridad que muestra con la cotización del peso chileno y el real brasileño respecto a la moneda estadounidense en los últimos años. En 2023, la tasa de cambio bajó en los tres casos para luego empezar a subir progresivamente hasta máximos históricos a finales de este año.
Si el peso colombiano replica este comportamiento, el dólar debería llegar alcanzar niveles cercanos a $5.000 en los próximos días y mantenerse en dicho valor, según estimaciones de Juan Fernando Peláez, analista de mercados para Valora Analitik.
Fuente: Valora Analitik.
“Lo que pasa con el dólar en Chile y Brasil ha sido un referente estadístico para Colombia históricamente. Desde el llamado estallido social, antes de pandemia, hemos visto una correlación muy alta y se siguen comportando de forma similar”, explicó.
Para Peláez, el hecho de que Colombia haya alcanzado un máximo de $4.500 a mediados de noviembre, pero no haya llegado aún a $5.000podría explicarse en un efecto rezagado que ya se ha visto en el pasado: “En 2023 real brasileño y el peso chileno bajaron antes porque el impacto en esos países se asume más rápido, en Colombia no. También cuando empezó la escalada el peso colombiano se quedó rezagado”, dijo.
El analista también cree que es posible que el mercado esté a la expectativa de la evolución de las preocupaciones fiscales en Colombia para reaccionar. En ese caso, de acuerdo con Peláez, el precio del dólar repuntaría: “se mueve despacio, pero allá va”.
Si bien los temas locales son un componente importante dentro de la devaluación de las monedas en Latinoamérica, el dólar estadounidense se ha venido apreciando desde la elección de Donald Trump a la Presidencia de EE. UU. como respuesta a sus promesas de campaña de motivar la inversión y bajar impuestos para dinamizar la economía.
De hecho, el índice del dólar estadounidense, el DXY, superó el 22 de noviembre los US$107 frente a otras seis monedas fuertes: el euro, el yen japonés, la libra esterlina británica, el dólar canadiense, la corona sueca y el franco suizo.
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