El dólar en Colombia sigue en la frontera de los $4.000. Nuevas presiones externas hacen pensar que la tasa de cambio vería una nueva apreciación en las próximas semanas.
Los más recientes datos de inflación en Estados Unidos ponen en vilo lo que pueda llegar a pasar con el dólar.
Si bien el indicador siguió cayendo con corte al 2023, este lo hizo a menores ritmos de lo esperado, aterrizando en el 3,4 % y siendo una presión extra para el comportamiento del dólar en Colombia.
Lo anterior sobre la base de que la FED no estaría viendo la estabilización esperada y una reducción más profunda del nivel de los precios en el país.
Ha mencionado la FED que, en la medida en que pueda ver una senda más clara de reducción de la inflación, las tasas de interés podrían también caer.
Las apuestas del dólar en Colombia
Lo anterior supone que el mercado inversionista sea más cauto sobre sus opciones de ir a economías en vías de desarrollo y prefiera quedarse con operaciones en monedas duras.
Es decir: los dólares no aterrizan en países como Colombia, sino que se quedan en Estados Unidos por el riesgo y la incertidumbre que se pudiera seguir sintiendo en el resto de la economía mundial.
Todavía con los más recientes picos de la tasa de cambio, el dólar en Colombia se resiste a volver a romper la barrera de los $4.000.
Y, a ojos del gobierno del presidente Gustavo Petro, una tasa de cambio cercana a esos niveles sigue siendo saludable para la economía nacional y para la industria de los exportadores.
A espera de que la FED entre a revisar los posibles escenarios de su política monetaria, el mercado no pareciera ver con claridad una baja de tasas que motive con mayor fuerza la llegada de capital a naciones como la colombiana.
Lo anterior sumado al hecho de que el país se enfrentará, en el más corto plazo, al debate de reformas sustanciales en el Congreso de la República.