A propósito del borrador de decreto, publicado por el Ministerio de Comercio de Colombia, que busca subir a 40 % el arancel para importadores de confecciones, algunas compañías ya se han pronunciado.
Una de ella es Estudio de Moda, la empresa que representa en el país a las marcas Diesel, Pilatos, Kipling, Marithé François Girbaud, Superdry, entre otras.
“Esto desincentiva a empresas como la nuestra de marcas premium que tiene representación y que no podemos producir en Colombia, y que generamos mucho empleo. Las casas matrices lo empiezan a ver como un mercado inviable y por lo tanto se van a querer salir”, explicó Juan Camilo Álvarez, presidente de Estudio de Moda.
Álvarez enfatizó en que la medida afectaría el empleo “porque en el caso nuestro nos pondrá seguramente en riesgo gran parte de lo que hacemos y nos tocará reducir mucha operación generando desempleo”.
Antes, las prendas tenían el 40 % de arancel cuando valían menos de US$10 y, posteriormente, se estableció que los que tengan valores de US$10 o más y que no tienen capacidad para producirse en Colombia, tenían el 15 % y US$1,5.
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“Eso tenía una lógica que hoy se pierde porque lo que están diciendo es que con ese 40 % adicional, un producto más costoso que no se produce en Colombia, lo que va a hacer es encarecerse demasiado, no va a incentivar la industria local porque no se produce acá y simplemente generará inflación y costos extras”, argumentó.
De aprobarse tal y como está el decreto del Ministerio de Comercio, todas las confecciones de prendas de vestir importadas de cualquier origen (excepto de países con los que se tengan Tratados de Libre Comercio), tendrían un incremento de 40 % en el arancel.
En otras palabras, el IVA del producto se calcula tomando el valor FOB (Free On Board) y se le suman los seguros y fletes, y sobre esa suma se aplica el arancel del 40 %.
Si bien la subida del arancel a prendas importadas busca beneficiar la confección local, en la práctica, dice Álvarez, esto no sería así porque actualmente hay un déficit en la capacidad de producción. “Muchas personas hoy no quieren trabajar en el sector”.
“Es un tema que primero tiene que trabajarse en la capacitación, en el mercado de empleados que estén dispuestos a meterse en la industria de la confección antes que hacerlo a la fuerza”, manifestó.
El contrabando
Según el empresario que representa a marcas como Diesel en Colombia subir 40 % el arancel a confección importada también aumentaría el contrabando en el país.
“Por lo regular un arancel como ese motiva es a la gente a encontrar formas para evadir esos impuestos y la idea es que todo pueda estar antes legalmente hecho y funcionando bien, pero eso motiva al tema de contrabando”, anotó.
Y esta, precisamente, es una de las preocupaciones más grandes que se ven en el sector, incluso que comercializa prendas de origen nacional.
“Nosotros siempre hemos sido abanderados de la lucha contra el contrabando, de los privilegios que tienen algunas empresas en Colombia porque era al revés, se tenía un arancel muy alto en importación de hilos y materias primas y la de producto terminado estaba muy bajo”, destaca Yansen Estupiñan, gerente Neos Centro, centro comercial en San Victorino (Bogotá).
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No obstante, “esto sería beneficioso si va de la mano con controles aduaneros para que no se vaya a aumentar el contrabando, ni la informalidad. La preocupación de las pymes es que al colocar un arancel tan alto, como lo ratifica Fenalco y la Andi, y nosotros lo miramos también así, es que se disparen otros factores”, expresó.
A su juicio “no necesariamente un arancel alto va a generar empleo o beneficios para las empresas, si no va acompañado de un plan de choque y un plan contundente de fiscalización y aduanero”.
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