El gobierno de Gustavo Petro tiene conflictos en cuanto a los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), ya que no se extendió el cese al fuego bilateral y se declaró un paro armado en San Juan, Chocó.
Este último hecho ha agravado la situación, ya que son 85 comunidades afro e indígenas, es decir, unas 45.000 personas, las que están en situación de confinamiento.
Además, 7.500 de ellas están con doble afectación por la agudización del conflicto armado y factores ambientales o efectos asociados al cambio climático, lo que deriva en una situación de emergencia humanitaria.
Esta situación se dio en la zona norte de Chocó, debido a que ELN acusó a las Fuerzas Militares y de Policía de estar en convivencia con los paramilitares del Clan del Golfo, afirmando que estos se han posicionado estratégicamente en el río San Juan para beneficiarlos.
Todo lo anterior, ha complicado que el gobierno Petro cumpla con su política de ‘Paz Total’, que ha sido criticada desde diversos sectores.
La gota que puede rebosar el vaso de los diálogos de paz con el ELN
Sin embargo, hay otro factor clave que ha impactado a los diálogos entre el gobierno Petro y el ELN para lograr los diálogos de paz.
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Se trata de la situación que atraviesa Venezuela después de que el Consejo Nacional Electoral reconociera a Nicolás Maduro como presidente electo pese a que en las urnas ganó su oponente, Edmundo González.
Según Andrés Izarra, exministro de Comunicación durante los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, «la paz total del presidente Petro no será posible si en Venezuela no hay democracia real. Primero, por el tema de la ola migratoria, que amenaza con volver a producirse si no hay democracia».
Además, en diálogo con La FM, agregó que la situación en Colombia se complejiza por «el cobijo que Nicolás Maduro les da a los grupos irregulares, especialmente al ELN y por el precedente político que esto siembra; si se deja que Maduro consolide su golpe, cualquiera puede hacer lo mismo».
