Según información de la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés), se espera que la demanda mundial de petróleo caiga 9,3 millones de barriles por día en 2020 por el coronavirus.
“El impacto de las medidas de contención en 187 países y territorios ha sido detener la movilidad. Se estima que la demanda en abril será 29 millones de barriles por día más baja que hace un año”, dijo la IEA.
Desde 1995 no se veía que la demanda de de crudo cayera 29 millones de barriles por día.
Para el segundo trimestre de 2020, se espera que la demanda caiga 23,1 millones de barriles por día, mientras que en el segundo semestre del año se presentaría una recuperación lenta y gradual.
“El suministro mundial de petróleo se desplomará en un récord de 12 millones de barriles por día en mayo, luego de que la Opep y sus aliados (Opep+) forjó un acuerdo histórico para reducir la producción en 9,7 millones de barriles por día”, indicó la entidad.
La Agencia Internacional de Energía indicó que la capacidad disponible podría saturarse a mediados de este año.
“Ya existen cuellos de botella en otras partes de la cadena logística, como la competencia para comprar espacio en los sistemas de tuberías que transportan petróleo. También hay problemas de calidad: no es posible acomodar diferentes calidades de petróleo crudo en muchos sitios, y se requieren tanques especiales para algunos productos. El almacenamiento flotante se está volviendo más costoso a medida que los comerciantes compiten por los barcos. Los costos de flete para transportistas de crudo muy grandes se han más que duplicado desde febrero. Nunca antes la industria petrolera estuvo tan cerca de probar su capacidad logística hasta el límite”, dijo.
Para la IEA, con la caída de la demanda en una cantidad récord este año, las compañías petroleras enfrentan desafíos al momento de llevar a cabo las inversiones programadas.
“Se pronostica que el gasto de capital global de las compañías de exploración y producción en 2020 disminuirá aproximadamente un 32 % en comparación con 2019 a US$335.000 millones, el valor más bajo en 13 años”, dijo el IEA.
Finalizó afirmando que la reducción de los recursos financieros también socava la capacidad de la industria petrolera para desarrollar algunas de las tecnologías necesarias para las transiciones de energía limpia en todo el mundo.
—