Algunas de las disqueras más grandes del mundo -como Sony Music, Universal y Warner Records– presentaron una demanda contra las IA por derechos de autor, desarrolladas por dos empresas.
No es un asunto menor. Desde la irrupción de ChatGPT y otras IA generativas a finales de 2022, ha habido un fuerte debate alrededor del contenido “creado” con estas herramientas. Esto, porque hay cuestionamientos respecto a que las IA son “entrenadas” con material -sea texto, audio, video o imagen- que ya existe.
En medio de ese debate, la Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos (RIAA, en inglés) demandó a Suno y Udio -dos compañías que desarrollaron IA generativas de música- por infringir derechos de autor. Ante el contexto en el que se presenta la demanda, el caso podría convertirse en referencia para temas similares con la inteligencia artificial.
La demanda contra las IA por derechos de autor busca que se declare que Suno y Udio infringieron los derechos de autor, que se ordene judicialmente la prohibición de infringirlos y que se reparen los daños y perjuicios. Para ello, buscan una compensación de unos US$150.000 por trabajo.
Encuentre en este artículo:
La demanda contra las IA por derecho de autor
Las demandas contra las IA por derechos de autor se presentaron en cortes federales de Boston y Nueva York. El argumento de la queja es que están afectando a los creadores de contenido reales.
“No hay nada que exima a la tecnología de IA de la ley de derechos de autor ni que excuse a las empresas de IA de seguir las reglas”, dice una parte de las demandas.
En ese sentido, no critican el uso de la IA para la creación de música, sino que se haga sin permiso. “Si se desarrollan con el permiso y la participación de los titulares de derechos de autor, las herramientas de IA generativa podrán ayudar a los humanos a crear y producir música nueva e innovadora”. Si no es así, agregan, generarían “un daño duradero e irreparable a los artistas, sellos discográficos y a la industria musical”.
Otro factor que cuestionan en la demanda contra las IA por derechos de autor es el económico. Las disqueras aseguran que al las IA infringir derechos de autor, “podrían saturar el mercado con contenido generado por máquinas que competirá directamente, abaratará y finalmente ahogará a las grabaciones de sonido genuinas”.
Recomendado: Salida de altos ejecutivos y fin del equipo de seguridad: ¿qué pasa en OpenAI, líder en inteligencia artificial?
Lo que dicen las partes
Mitch Glazier, presidente ejecutivo y CEO de la RIAA, aseguró que solo habrá éxito en la colaboración entre música y los desarrolladores de la IA si hay disposición a un trabajo conjunto.
“Servicios sin licencia como Suno y Udio que afirman que es ‘justo’ copiar el trabajo de toda la vida de un artista y explotarlo para su propio beneficio sin consentimiento ni pago retrasan la promesa de una IA genuinamente innovadora para todos nosotros”, aseveró.
Por su parte, Ken Doroshow, director jurídico de la Asociación, aseveró que ambos desarrolladores han intentado “ocultar el alcance total de su infracción”. Además, dijo que servirá para reforzar las reglas para el desarrollo ético de la IA: “Estas demandas son necesarias para reforzar las reglas más básicas para el desarrollo responsable, ético y legal de sistemas de IA generativa”.
Como era de esperar, la postura de Suno es opuesta.
“Nuestra tecnología es transformadora; está diseñada para generar resultados completamente nuevos, no para memorizar y arrojar contenido preexistente”, dijo Mikey Shulman, CEO de Suno, en una respuesta por correo a The Washington Post.
Además, aseguró que las disqueras con su demanda contra las IA por derechos de autor no actúan de buena fe, sino que recurren a su “antiguo libro de jugadas dirigido por abogados”.
No es la primera demanda contra las IA por derechos de autor
Aunque es un caso sonado y que captará la atención por cuenta del tamaño de las disqueras, no es el primer caso ni la primera demanda contra las IA por derechos de autor.
En diciembre de 2023, The New York Times -uno de los medios más importantes del mundo- demandó a OpenAI (desarrollador de ChatGPT) y a Microsoft. La querella tuvo argumentos similares a la de las disqueras.
Según el diario, “millones de artículos fueron empleados para entrenar chatbots que ahora representan una competencia para el medio de comunicación, según la demanda”. Aunque no hay una cifra exacta, el NY Times habló de “miles de millones de dólares en daños y perjuicios legales y reales”.
En ese momento, Lindsey Held, vocera de OpenAI, aseguró en un comunicado que “respetamos los derechos de los creadores de contenidos y propietarios y estamos comprometidos para trabajar con ellos para asegurarnos de que se beneficien de la tecnología de IA y nuevos modelos de ingresos”.
Además, durante el paro de guionistas de Hollywood, a mediados de 2023, una de sus demandas -aceptada por las productoras- era, precisamente, que no se usaran IA generativas para la creación de guiones.
Así, pues, se empieza a gestar un largo camino, que ya llegó a los estrados judiciales, y que definirá el futuro del uso de la inteligencia artificial.
—