Déficit fiscal en Colombia: el gobierno está “jugando con fuego”, según directivo de Davivienda

Entrevista con el director de Estudios económicos de Davivienda sobre la situación económica y el manejo del déficit fiscal en Colombia

Edificio Davivienda en Bogotá
Indicador de Confianza Davivienda volvió a caer en agosto de 2024. Foto: Valora Analitik

El manejo que este gobierno le está dando a la política fiscal ha generado preocupaciones entre analistas y académicos que advierten que el exceso de gasto público puede incrementar el costo de la deuda pública.

Según el Ministerio de Hacienda, el gasto primario del gobierno nacional central (sin incluir el Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles) para 2024 será equivalente al 16,8 % del PIB y para 2025 aumentará al 18,7 %. En la década previa a la pandemia esta cifra se mantuvo por debajo del 16 %.

Andrés Langebaek, director de Estudios económicos de Davivienda, le dijo a Valora Analitik en entrevista que la mitad del crecimiento de este año será producto de la participación del gasto público y no por cuenta de actividades que apalanquen la economía.

Andrés Langebaek, director de Estudios económicos de Davivienda
Andrés Langebaek, director de Estudios económicos de Davivienda.
Cortesía: Davivienda.

¿Cómo llegamos a este punto?

Durante la pandemia agotamos todos los principales mecanismos de política monetaria, aumentando la deuda de los países, la pública esencialmente, con muy poco margen de tener política fiscal que haga un mayor crecimiento económico global. Muy pocos países se dan el lujo de eso, Colombia lo hace con unos riesgos que son complicados.

¿Cuáles son esos riesgos a los que se refiere?

El manejo fiscal que ha tenido Colombia no ha sido bueno desde 2020, que se produce la pandemia. En ese año el déficit fiscal fue muy similar al de los países de América Latina, pero se hizo muy superior en 2021 y 2022. En 2023 hacemos un ajuste fiscal, hay dos reformas tributarias y eso nos permite ubicarnos por debajo del promedio de América Latina. Pero nuevamente vemos que Colombia tiene un déficit fiscal más grande que otros países de América Latina. Nosotros estamos haciendo más expansionismo y eso es riesgoso, es jugar un poco con fuego porque nos sitúa en una posición más vulnerable que el resto de los países de la región.

¿Cómo ve el escenario si se extiende ese expansionismo?

El gasto público tiene dos caras: dinamiza la economía y puede aliviar las situaciones de pobreza. Pero cuando tú financias el gasto con deuda, estás aumentando la deuda y los mercados te penalizan con una mayor tasa de interés, es así donde yo veo riesgos porque ya las tasas que tenemos que pagar internacionalmente son altas, más que las de Brasil, México, Chile y Perú. El efecto adverso que podríamos ver con una política fiscal muy expansionista es un mayor costo de la deuda pública en Colombia, con la consecuencia de que también se eleva la deuda del sector privado.

¿Qué puede hacer Colombia para no romper ese equilibrio?

La intención manifiesta del gobierno de cumplir la regla fiscal es un buen punto, pero creo que hay algunas coyunturas donde podrían demostrar a los mercados que el país es capaz de hacer un esfuerzo mayor. Costa Rica, ha venido disminuyendo su déficit en forma constante en los últimos años al reducir el gasto y eso ha sido premiado, pues ha mejorado la calificación del país. Tal como vamos, puede que Costa Rica recupere su grado de inversión antes que Colombia, partiendo de una situación mucho más difícil.

Pero, ¿se puede decir que estamos viviendo una recuperación económica?

El crecimiento de este año y la mejoría significativa del próximo sigue siendo descafeinado, le falta sabor, por la política monetaria, porque la tasa de interés baja menos que la inflación, porque las tasas reales no están bajando al ritmo que se quisiera dado que las expectativas de inflación están desancladas, según el Banco de la República. Pero muy pronto será anclada y permitirá ser más contundente.

¿El Banco de la República ha sido muy prudente con las tasas de interés?

El Banco de la República tiene en cuenta para la toma de sus decisiones una variable que es fundamental: las expectativas de inflación, para ello realizan muchas encuestas a empresarios y analistas. El Banco está comprometido en que la inflación sea del 3 % +/-1 pp, aunque hoy en día no está cumpliendo con esas expectativas, estamos por encima, pero ha sido un poco temeroso en reducir de forma más agresiva su tasa en la medida en que esas expectativas están desancladas, es decir, no están ancladas en el rango meta sino por encima. 

¿Según su lectura de la economía el recorte podría ser mayor?

Yo he sido de los más grandes defensores de la labor que ha hecho el Banco de la República, con excepción de la última reunión. Esperaba que bajaran 75 puntos básicos, creo que lo han debido hacer porque la reducción de la inflación fue de un punto porcentual (del 6,8 % al 5,8 %); lamentablemente no lo hicieron, solo bajaron 50 puntos básicos. De resto soy un gran admirador del trabajo que han hecho.

¿Esperan más recortes en lo que resta del año?

Sin duda. Creo que en cada una de las sesiones decisorias de tasas de aquí a seis meses vamos a seguir viendo reducciones.

Perspectivas de la economía colombiana, según Davivienda

  • Crecimiento económico del 2,1 % en 2024 y del 2,9 % en 2025.
  • La aceleración de la actividad económica sería favorecida por la reducción de la inflación y tasas de interés.
  • Inflación anual del 5,53 % en 2024 y el 3,49 % en 2025
  • La inflación podría descender en 2025, pero no está exenta de riesgos como un posible racionamiento eléctrico o presiones al alza en el tipo de cambio.
  • La Junta del Banco de la República reduciría su tasa de interés de referencia al 9 % al cierre de 2024 y al 5,75 % en 2025.
  • Mejor situación para la colocación de crédito en Colombia y menores gastos por provisiones en las entidades financieras.
  • Preocupaciones por la situación fiscal del país, las consecuencias sobre el país de las políticas de la nueva administración en Estados Unidos y el pobre clima para la inversión privada.
  • El salario mínimo para 2025 aumentaría el 1,7 % hasta los $1,4 millones.
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