Menos de una semana queda para que se termine la temporada de declarar y pagar el impuesto de renta por parte de los colombianos, pero esta podría convertirse en un dolor de cabeza para muchos en los próximos meses.
La principal razón es que la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) tendrá que revisar uno por uno los casos de los ciudadanos que no hicieron este trámite, pero también de quienes lo hicieron tardíamente o con errores. Lea más en Finanzas Personales.
El Estatuto Tributario establece sanciones para cada una de estas situaciones, que en su mayoría incluyen multas pecuniarias. Y aunque cada caso es diferente, lo cierto es que lo mínimo que podrían cobrarle este año son $363.000.
De ahí en adelante, los montos van aumentando. Así las cosas, si una persona es responsable del impuesto de renta y no realiza su declaración, podría ser multado con hasta el 20% de los ingresos totales o del valor de las consignaciones bancarias.
Es clave tener en cuenta que el desconocimiento de la norma no exime a los ciudadanos a incumplirla.
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Vale recordar que este año tuvieron que declarar Imporrenta aquellos con un patrimonio bruto de más $160 millones. O de quienes registraron ingresos de $49,8 millones o más.
Así como los ciudadanos que realizaron transacciones con sus tarjetas o les fueron consignados recursos por un valor de $49,8 millones.
Ahora bien, si una persona realizó su declaración de impuestos, pero lo hizo después del plazo máximo, también podría ser sancionado.
En este caso, la sanción sería de entre el 5% y 10% del impuesto a cargo, que se cobra por mes o fracción de mes.
Pero podría ser todavía más elevada, si funcionarios de la Dian se comunican con el contribuyente para que presente la declaración. Si esto sucede, la sanción se aumenta de plano al 10%, sin contar con que deberá ponerse al día en interés de mora.
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Finalmente, quienes cometieron un error en la declaración, pueden corregirlo de manera voluntaria antes ser notificados por la autoridad tributaria.
Es clave realizar el ajuste lo más rápido posible, ya que si la Dian se comunica con la persona o esta no realiza el cambio, por un lado podría salirle más costosa la sanción.
Y, por el otro, la cosa sería aún peor, ya que podría incurrir en una omisión de activos o pasivos.
E igual de complejo sería el escenario para quien definitivamente no pague sus impuestos, ya que podría ser sujeto de un proceso de cobro, que en últimas puede llegar a un embargo de cuentas bancarias, inmuebles, vehículos y hasta del salario.
