De acuerdo con el comentario económico del día de Anif, desde el año 2010 se evidencia en Colombia un debilitamiento estructural de la correlación del Índice de Confianza del Consumidor (ICC) con la “variable dura” del consumo privado en el PIB real.
Según con la entidad, algunas hipótesis al respecto pueden ser el boom minero-energético o las reformas tributarias en el plano económico o sociopolíticas tales como paros, polarización política, proceso de Paz y percepción ciudadana, entre otras razones.
En todo caso, dicho debilitamiento entre la correlación de los indicadores líderes y las “cifras duras” impide la extrapolación del ICC como una señal de rebote sectorial, dificultando la identificación de la velocidad de recuperación del consumo privado.
Este índice de Fedesarrollo se ha deteriorado hacia -5,6% en febrero de 2019 (contra -2,8% en enero).
“Nótese cómo ello deja algo desvirtuada la tesis de muchos analistas sobre “meras” afectaciones puntuales durante el cierre de 2018 por la discusión de la reforma tributaria, particularmente en lo referente al gravamen del IVA a la canasta familiar. Por el contrario, en vez de los rebotes esperados en estos inicios de 2019, lo que se tiene son persistentes afectaciones de esos hogares”, apuntó Anif.
No obstante, se proyecta que las lecturas del ICC pasen al terreno positivo en la segunda mitad de 2019, siendo consistente con ligeras aceleraciones en el consumo de los hogares a ritmos del 3,6%-3,7% durante el año, concluyó la entidad en su análisis.