El sueño de Colombia por revivir el sector férreo -que hasta ahora se está materializando- no solo incluirá los ferrocarriles de carga, sino también los trenes de pasajeros, que alistan motores.
Se trata de otra apuesta del gobierno de Gustavo Petro por este sector, pero que, para ser justos, ha sido liderada por diversos mandatarios locales, quienes ya han dado pasos determinantes para hacerlo realidad.
En múltiples ciudades ya están andando megaobras de trenes de pasajeros, que permitirán que los colombianos tengan un nuevo medio de transporte, que históricamente ha sido desconocido para millones.
El principal caso es el de Medellín, que ya tiene dos líneas de metro en operación desde hace varios años, y ahora avanza con una tercera, que irá por la Avenida 80.
Le sigue Bogotá, que ya está construyendo la primera línea del metro y está ad-portas de terminar la estructuración de la segunda. Y, a la vez, está ejecutando el que será el primer tren de cercanías de Colombia (Regiotram de Occidente) y sigue con uno más, que se llamaría Regiotram del Norte.
El listado lo completan Cali y el Valle del Cauca; Santa Marta, Cartagena y Barranquilla, en el Caribe; y hasta Pereira, Armenia y Manizales, en el Eje Cafetero, que buscan darles vida a iniciativas de este tipo para sus respectivas conexiones.
Trenes de pasajeros en ciudades de Colombia
El portafolio de megaproyectos de trenes de pasajeros es robusto y podría engordar aún más, en caso de que algunas iniciativas reciban luz verde y que los nuevos alcaldes y gobernadores presenten lleguen con otras ideas.
En diálogo con Valora Analitik para este informe especial, el ministro de Transporte, William Camargo, revela los planes que se tienen para este nuevo frente de obras y agrega que todos los megaproyectos que impliquen componentes férreos tienen y tendrán “el mejor recibo” de parte del Gobierno Nacional.
Por lo pronto, quienes están próximos a dejar sus cargos, han logrado avances importantes, de cara a que los colombianos puedan soñar con montarse en metro y trenes.
Es así como Bogotá ya ha avanzado en sus dos líneas de metro y, junto con Cundinamarca, ya contrató y está construyendo el Regiotram de Occidente, aun cuando este haya sufrido un traspié con su licencia ambiental.
El consorcio a cargo de la obra está tramitando nuevamente este aspecto, de tal modo que las obras puedan continuar y terminar hacia 2026, cuando está previsto que comience operaciones.
De forma paralela, se ha avanzado en hacer lo propio con el Regiotram del Norte, pero el gobierno Petro pidió revisarlo, con el fin de analizar si se le puede agregar transporte de carga.
‘Choque de trenes’ por el Regiotram del Norte
En este punto, William Camargo dice no tener claridad de por qué se descartó esta otra opción, sobre todo por el potencial de carga de la región central, Boyacá, y Casanare, y su distribución y movilización al interior de la ciudad.
“Estamos pidiendo revisar esas implicaciones, porque estamos hablando de un potencial que hoy tiene 70.000 toneladas al año, pero en la estimación estamos hablando de casi tres millones”, afirma el MinTransporte.
Y añade que, de no cambiar el megaproyecto, se podría generar un problema de desconcentración de carga en la Calle 250 o en la zona de las universidades. Allí «se quedaría el carbón y habría que meter vehículos de carga a Bogotá”, explica.
No obstante, la sola idea de cambiar el Regiotram justo antes de contratarse ha sido rechazada por la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, y el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García.
Aseguraron que no se le debe dar más largas al Regiotram del Norte, y ya descartaron la posibilidad planteada por el Gobierno Petro, para lo cual ya presentaron el proyecto a aval del Ministerio de Transporte. Ahora, el ‘balón’ está en la cancha del Ejecutivo.
Lo anterior fue respaldado por los empresarios de la construcción, quienes dijeron que las dos iniciativas de trenes de cercanías en la capital del país son determinantes para mejorar la movilidad.
«Bogotá sí tiene los usuarios para que el Regiotram de Occidente salga adelante, que ya está contratado, y que también se contrate el Regiotram del Norte», aseguraron.
Apuestas en Valle del Cauca, el Caribe y el Eje Cafetero
Estas y otras tareas se vendrán en los próximos meses para el Gobierno y los nuevos mandatarios que se elijan en octubre, quienes llegarán a las alcaldías y gobernaciones para el periodo 2024 – 2027.
Al margen de lo anterior, una entidad técnica avanza a toda marcha para sacar adelante otros proyectos de trenes de pasajeros, que permitirían revivir el sueño de Colombia.
Se trata de la Financiera de Desarrollo Nacional, que tiene a su cargo la estructuración de diversas megaobras, como el tren de cercanías del Valle del Cauca. E, incluso le interesaría participar en iniciativas similares en el Caribe colombiano y el Eje Cafetero.
Así lo confirma Rafael Herz, vicepresidente de estructuración y banca de inversión de la Financiera De Desarrollo Nacional (FDN), en entrevista con Valora Analitik.
El directivo dijo que el proyecto del Valle tiene mayores avances y detalló que este se haría en tres fases: una primera entre Cali y Jamundí, la segunda de Cali a Yumbo, y, finalmente entre Cali y Palmira, que incluiría la conexión al aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón.
“La idea es que pronto se entreguen los documentos para iniciar el trámite de aval técnico (…) y hacia el segundo trimestre del 2024, potencialmente, se podría pensar en la apertura de la licitación para el trayecto Cali – Jamundí”, explicó Herz.
A esta iniciativa se suma otra que está pensado y proponiendo la FDN: estructurar un tren de cercanías del Eje Cafetero, entre Armenia, Manizales y Pereira. Esto implicaría intervenciones a lo largo de 165 km, inversiones por unos $5,2 billones y, con esto, se podrían movilizar carga y pasajeros.
Y, finalmente, está el Tren Regional del Caribe, que ya tiene una primera idea presentada por Findeter y que uniría a Barranquilla, Cartagena y Santa Marta. Eso sí, su desarrollo puede tomar unos años más y dependerá de los estudios y diseños definitivos.
Según Herz, el país moverá pasajeros en trayectos cortos, por medio de trenes de cercanías, mientras que la carga sí podrá transportarse a largas distancias.
«Pensar que los trenes de larga distancia movilicen pasajeros, tal vez por las duraciones, es hoy por hoy un poco futurista«, afirmó. el experto.
En cualquier caso, un importante grupo de iniciativas avanzan a toda marcha y permitirán que Colombia tenga un mapa férreo consolidado a corto y mediano plazo.