El 2023 ha sido uno de los peores años para la venta de vivienda en Colombia, en el que, de acuerdo con cifras de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), se comercializaron 130.851 unidades, representando una reducción de 44,9 % frente al 2022.
A pesar de esos datos, tener una vivienda propia sigue siendo un propósito que tienen muchos colombianos, sin embargo, las altas tasas de interés han obligado a la mayoría de personas a posponer dicho sueño, reflejándose en las cifras expuestas por Camacol.
Ante dicho escenario, comprar una vivienda en remate puede ser una excelente alternativa para convertir ese sueño en realidad. No obstante, este proceso requiere conocimiento, preparación y paciencia.
Por ello, es importante saber cuáles son los beneficios y cómo comprar una vivienda en remate en Colombia.
¿Cómo funcionan los remates de vivienda en Colombia?
Lo primero es averiguar qué inmuebles están en proceso de remate y a cuánto asciende la deuda de su propietario. Luego hacen una valorización de dicho inmueble y con base en ella, construyen una propuesta para el propietario. Después de un acuerdo, que normalmente beneficia a las dos partes, el inmueble queda en manos de la empresa de ‘reventa’.
Posteriormente, dicha empresa sanea el inmueble y lo pone en venta, a un precio (casi siempre) más bajo que el promedio del mercado.
Quien esté interesado en este tipo de inmuebles, además de conocerlos antes de comprarlos, puede hacer el proceso financiero como cualquier otro inmueble. No hay ningún tipo de restricción.
¿Qué es un remate y cómo funciona?
Un remate es un proceso legal mediante el cual se subasta un bien para saldar una deuda. En el caso de las viviendas, estas suelen rematarse cuando el propietario no ha podido cumplir con las obligaciones hipotecarias o con otras deudas.
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Debido a que es mediante la modalidad de subasta, se anuncia el valor base del inmueble. A partir de este, los interesados empezarán a ofrecer dinero según sus capacidades económicas.
El primer momento de subasta se define en el 70 % del inmueble; el segundo en un 50 % y el tercero y último en un 40 %. Cabe aclarar que cuando un inmueble es subastado –fijado en un 40 %- es porque sus condiciones y características comerciales no son de suficiente garantía para su futuro propietario.
¿Cuáles son las ventajas de comprar una vivienda en remate?
- Precios por debajo del mercado: Los inmuebles en remate suelen salir a precios considerablemente más bajos que su valor comercial.
- Oportunidad de inversión: Puede encontrar propiedades en buenas ubicaciones o con características atractivas a precios muy convenientes.
- Proceso relativamente rápido: La compraventa en remate suele ser más rápida que la compraventa tradicional.
¿Cuáles son las desventajas de comprar una vivienda en remate?
- Riesgos legales: Es importante verificar que la propiedad no tenga gravámenes o procesos judiciales en curso, teniendo en cuenta que el inmueble puede ser de extinción de dominio, por lo que es indispensable tener todo claro antes de realizar la oferta.
- Falta de información: En algunos casos, puede ser difícil obtener información detallada sobre el estado de la vivienda.
- Competencia: Las subastas pueden ser muy competitivas, lo que dificulta ganar la puja.
¿Cuáles son los pasos para comprar una vivienda en remate?
- Investigue y encuentre la vivienda adecuada: Puede consultar portales web especializados en remates, como Superbid Colombia, Ley de Remates o el portal del Banco Agrario.
- Verifique la información del inmueble: Solicite al juzgado a cargo del remate el expediente del proceso para conocer el estado legal y las condiciones de la vivienda.
- Consigne el depósito: Para participar en la subasta, debe consignar un porcentaje del valor del avalúo del inmueble.
- Asista a la subasta: Presente su oferta en la subasta y puje por la vivienda.
- Adjudique la vivienda: Si su oferta es la más alta, el juez le adjudicará la vivienda.
- Pague el saldo y legalice la compra: Debe pagar el saldo del precio de la vivienda y realizar los trámites legales para escriturarla a su nombre.
