A pesar de las tensas relaciones entre EE.UU y China, así como la escasez de chips, la inversión en tecnología sigue siendo de interés para las compañías.
Las altas expectativas de prosperidad por el mercado digital impulsan las inversiones en tecnología a pesar de temas externos como tensiones políticas, alta inflación, expectativas macroeconómicas, entre otros.
De acuerdo con un reporte de ITreseller.es, la inversión en tecnología en 2022 tendrá un crecimiento en 2022 de 5,1 % a nivel mundial, pero este dato podría ser mucho más de acuerdo con proyecciones realizadas por la firma tecnológica Bain&Company.
Se proyecta que el gasto mundial en TI ascenderá en 2022 a US$4,5 billones en 2022, un presupuesto alto pero que refleja los impactos económicos de temas como la variante Ómicron de Covid-19 o los temores a una recesión económica global.
Las empresas de tecnología de alto crecimiento han sido las más afectadas por los recientes cambios en el mercado, sin embargo, se espera que el 70% de las empresas aumenten sus presupuestos de tecnología en 2023 o lo mantengan igual, según una nueva investigación de Bain & Company.
Y es que a pesar de la incertidumbre global por una recesión económica, la tecnología seguirá siendo una inversión importante y una fuente central de productividad en todas las empresas.
Innovación y herramientas digitales, principales impulsores
“Hoy los líderes ejecutivos ven la inversión en innovación y herramientas digitales como una forma de impulsar la productividad, la velocidad y la competitividad, incluso en entornos presupuestarios difíciles. En ese orden de ideas, si bien han habido impactos financieros que han sido originados por el comportamiento de los mercados y las crisis internacionales, la inyección de recursos en esta área sigue ocupando un renglón primordial en la contabilidad de las compañías”, indicó Diego Santamaría, socio de Bain & Company.
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Este escenario crítico, de acuerdo con la consultora, se ha acentuado debido a varios factores. El primero de ellos es la constante tensión en las relaciones entre China y EE.UU. que ha desembocado en conflictos tanto comerciales como regulatorios; y el segundo, la escasez de chips, que ha dificultado la accesibilidad a estos insumos por parte de las empresas, llegando a generar dificultades en las cadenas de producción.
A pesar de que exista un panorama adverso, Bain & Company destaca la importancia de cómo la reventa y el reciclaje de productos pueden funcionar no solo para beneficiar al medio ambiente, sino también para beneficiar a las empresas al darles una ventaja competitiva en materia tecnológica. Más aún cuando las compañías de esta industria continúan enfrentando la presión tanto de los inversores, clientes y reguladores para reducir su huella de carbono.