Al inicio de esta semana, alrededor de 50.000 miembros de la Asociación Internacional de Estibadores (ILA) se declararon en huelga en varios puertos de la Costa Este de Estados Unidos, provocando interrupciones en el flujo regular del comercio exterior desde y hacia el país.
En este tercer día de bloqueos aún no se ha conseguido un acuerdo entre las partes, y Reuters reportó que al menos 45 buques portacontenedores no se han podido descargar y se han anclado afuera de los puertos de la Costa Este y la Costa del Golfo.
Según Everstream, el software de gestión de la cadena de suministro en el mundo, el retraso en el transporte marítimo podría duplicarse para el final de la semana y que la congestión resultante podría tardar semanas.
Hay que destacar que empresas locales como GM, Walmart y LG se encuentran entre los principales importadores en los puertos afectados.
¿Cuál es el impacto para Colombia?
La coyuntura de esta potencia mundial tiene también efectos en Colombia si se tiene en cuenta que en 2023 de los US$14.893 millones de las compras que Estados Unidos realizó al país, el 61,3 % (US$9.128 millones), entraron por vía marítima a la costa Este.
Según los datos de US Census Bureau, los principales puertos en esta costa fueron Houston con US$2.791 millones, seguido del puerto de Newark con cerca de US$1.013 millones, Corpus Christi con US$990 millones, Port Everglades con US$853 millones y Miami con US$ 483 millones.
Así las cosas, la Asociación Nacional de Exportadores (Analdex) ha dicho en recientemente que los más afectados serían los productos agroalimentarios.
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“Esta posible huelga traería unas consecuencias muy graves en los productos colombianos por la naturaleza de los productos que exportamos, dado que en gran proporción son productos del agro”, manifestó Javier Díaz, presidente de Analdex.
Y agregó que “se puede presentar un fenómeno similar al que se presentó en la pandemia, con referencia a la escasez de contenedores vacíos, pues algunos contenedores pueden llegar a puerto y allí se quedan, pero no hay retorno de los contenedores vacíos. Esto generaría un efecto negativo sobre la logística mundial, encareciendo los fletes y deteriorando los niveles de servicio en otras regiones del mundo”.
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