El uso de las luces direccionales en un vehículo es esencial para garantizar la seguridad vial. Estas señales contribuyen a preservar la integridad de todos los actores en la vía. Desde el proceso de formación en los Centros de Enseñanza Automovilística (CEA), se enfatiza la importancia de emplearlas en todo tipo de vehículos.
El uso responsable de las direccionales es fundamental, ya que el incumplimiento de esta norma no solo pone en riesgo la seguridad vial, sino que también puede acarrear sanciones económicas significativas.
¿Por qué es obligatorio el uso de las luces direccionales?
El Código Nacional de Tránsito establece normas claras para promover una conducción responsable. En el artículo 67, se indica que el uso de las luces direccionales es obligatorio para realizar giros o cambios de carril, salvo en situaciones de emergencia en las que no sea posible emplearlas. Además, se especifica que estas señales deben activarse con suficiente anticipación, dependiendo del tipo de vía:
- Vías rápidas: La señal debe activarse al menos 60 metros antes de realizar el giro o cambio de carril.
- Zonas urbanas: La activación debe realizarse al menos 30 metros antes.
No respetar estas distancias puede generar confusión entre los demás conductores e, incluso, provocar accidentes.
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¿De cuánto es la multa por no utilizar las direccionales?
A pesar de la claridad de la norma, muchos conductores no cumplen con estas obligaciones, lo que incrementa el riesgo de situaciones peligrosas. Este comportamiento imprudente tiene repercusiones económicas, ya que está clasificado como una infracción de tipo C07 en el Código Nacional de Tránsito. Si un agente de tránsito sorprende a un conductor sin hacer uso de las direccionales, este podrá ser sancionado con una multa de $572.000.
Por eso, el cumplimiento de estas normas no solo evita multas, sino que también contribuye a una movilidad más segura para todos los actores viales.
