En vísperas de las elecciones para escoger alcalde de Bogotá, el Corredor Verde de la Séptima –la última megaobra que licitará la alcaldía de Claudia López– podría estar en el limbo.
Seis candidatos (Rodrigo Lara, Gustavo Bolívar, Jorge Luis Vargas, Jorge Enrique Robledo, Carlos Galán y Diego Molano) se mostraron en contra del Corredor Verde de la Séptima.
Este ha sido uno de los temas más álgidos entre los opcionados por la Alcaldía de Bogotá. Galán, Lara y Robledo ya habían manifestado que era necesario revisar la megaobra antes de que sea licitada.
Las razones de los candidatos para frenar el Corredor Verde de la Séptima
Eso sí, todos los candidatos tienen prevención frente al Corredor Verde de la Séptima con distinto énfasis.
¿Qué dicen los candidatos a la Alcaldía de Bogotá del Corredor Verde de la Séptima?
Lara propone detenerlo, Bolívar plantea cambiarlo por un tranvía o un monorriel, Vargas pidió suspender la licitación, Molano prefiere que no se haga, y Galán y Oviedo sugieren avanzar, pero efectuando algunos cambios.
Este último se muestra respetuoso con el tiempo de mandato que le queda a Claudia López y dice que no hay que parar la iniciativa.
«El proyecto es de competencia de la administración distrital y en menos de tres meses podemos hacer una modificación del diseño para recuperar la movilidad vehicular en el costado occidental”, apuntó el exdirector del DANE.
Digo Molano, por su lado, argumenta que el proyecto es “un esperpento urbanístico” y que el dinero estaría mejor invertido en el metro subterráneo que vaya a Suba y Engativá.
Otro candidato que está en contra del proyecto es Rodrigo Lara: “Si la señora alcaldesa Claudia López deja adjudicada esa obra, la freno con todos los medios a mi alcance”, dijo en un debate organizado por El Espectador.
Galán, en tanto, afirma que hay que hacer cambios, pues el proyecto no cumple con todos los requerimientos para mejorar la movilidad del corredor vial.
El candidato del Pacto Histórico, Gustavo Bolívar, destacó tres problemas fundamentales que identifica en esta obra. En primer lugar, señaló la preocupación financiera, argumentando que la cantidad de pasajeros prevista no sería suficiente para mantener la rentabilidad de este corredor en el tiempo, lo que podría llevarlo a la quiebra.
En segundo lugar, hizo hincapié en la dimensión ambiental del proyecto, incluso si se utilizan autobuses eléctricos.
Por último, calificó la propuesta desde una perspectiva urbanística como «terrible» e hizo referencia a la promesa de la alcaldesa de que no habría un sistema TransMilenio en la Carrera Séptima, a la que muchos ciudadanos se sumaron con su voto.
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Experto habla de la megaobra
Según Darío Hidalgo, profesor de transporte de la Universidad Javeriana, frenar el Corredor Verde de la Séptima es generar una nueva frustración a la ciudad, que ha esperado mejora sustancial de este corredor por 25 años.
“Cada año de demora en intervención significa pérdidas equivalentes a $140.000 millones en tiempo de viaje, además de altos niveles de ruido, emisiones y deterioro urbano. Cualquier cambio de diseño al corredor que está en proceso de contratación puede significar costos y tiempos adicionales”, dice el experto.
Hidalgo enumera los puntos a favor del proyecto urbanístico
1. El carril mixto no se elimina; lo que se reduce es el tráfico porque el carril no será continuo. Ese carril mueve el 8% del total de viajes en Chapinero que tendrán que cambiar de modo o de ruta.
2. El corredor de buses se convertirá en una excelente alternativa para viajes en el corredor, no solo para quienes los usan actualmente (la mayoría de los viajeros en el corredor) sino también para personas que hoy usan el carro particular.
3. La ciclorruta tendrá mejores condiciones de seguridad y los andenes serán continuos sin barreras y bien iluminados. Algunos creen que la menor accesibilidad en carro genera pérdidas económicas, pero la experiencia muestra que, todo lo contrario: los corredores multimodales, mejor diseñados, menos ruidosos, más iluminados, pueden traer grandes ventajas al comercio.
Hidalgo enfatiza en que el proyecto es un mandato del Plan de Desarrollo de la actual administración y que le corresponde a la alcaldesa López cumplir ese mandato.
“Al futuro alcalde le queda avanzar la construcción de la mejor manera posible. Es el séptimo intento de intervención en el corredor; me hubiera gustado que se hiciera hace rato (desde 2006 tenemos diseños) y ahora espero que no tengamos un capítulo 8 de esta larga batalla por la mejora de la séptima”, concluye el experto.