La llegada a Colombia de los proyectos de cuarta generación (4G) se convirtió en un hito para la infraestructura y hoy tiene al país cerca de completar miles de kilómetros de nuevas vías.
De acuerdo con Diana Lorena Castaño, gerente general de la consultora Joyco, con este programa de concesiones se perfeccionaron temas contractuales, lo que permitió darles vía libre a más iniciativas.
Entre los cambios estuvieron la exigencia de contar con los estudios de demanda como requisito previo y se fijó un plazo de concesión de máximo 30 años.
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Además, se determinó que se debe contar con licencia ambiental antes de empezar las obras y que el pago en los proyectos se hace por disponibilidad y una vez se entreguen los tramos de las vías.
“Todo esto con miras al desarrollo exitoso de los proyectos y con el ánimo de evitar retrasos o incumplimientos en el alcance de los mismo”, explicó la directiva.
La gerente de Joyco también detalló que, con la llegada de este paquete de concesiones en vías, se reforzó la institucionalidad del sector.
“Se afinó la normatividad con leyes como la 1508 de 2012 y 1682 de 2013 y se crearon entidades como la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y la Financiera de Desarrollo Nacional, Acciones que se convirtieron en necesarias para garantizar seguridad jurídica y la atracción de inversión privada y del sector financiero”, dijo.
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Avances clave del sector
Este nuevo orden institucional, sumado a la participación del sector privado y los financiadores, permiten que hoy Colombia tenga avances importantes en las vías 4G.
Para Castaño, el balance hoy es positivo y se debe destacar que el país “tiene la capacidad de desarrollar grandes proyectos exitosos cuando todos los jugadores del sector logran alinearse”.
En plata blanca, hoy ya son seis los megaproyectos entregados en su totalidad y que se encuentran en operación. A estos se suman otros 10, que registran un avance superior al 80% y están próximos a ser inaugurados.
“Es de recordar que estas son iniciativas que le apuntan a mejorar la conectividad y competitividad del país y que, además, permiten poner a Colombia en el radar de los inversionistas extranjeros y de las regiones que buscan desarrollar programas de concesiones como esta de cuarta generación”, indicó.
Eso sí, señaló que el hecho de que algunas vías no han contado con la misma suerte en su ejecución.
Esto, añadió, permite evidenciar que aún hay factores en los cuales se debe seguir perfeccionando y recogiendo lecciones aprendidas.
Un ejemplo de esto está en las consultas previas, cuya normatividad sigue teniendo vacíos, pero que será tratada en la nueva generación de concesiones: las vías de quinta generación (5G).