Al tiempo que en el Senado se discutía y aprobaba en segundo debate la reforma pensional, en la Cámara de Representantes avanzó un proyecto de acto legislativo para, por una sola vez, permitir el transfuguismo en Colombia.
Esta figura se refiere al cambio de los miembros de corporaciones públicas por voto popular (Congreso y corporaciones regionales como asambleas y concejos) para que puedan cambiarse de partido sin necesidad de renunciar a su cargo.
La propuesta agrega un parágrafo transitorio al artículo 107 de la Constitución Política de Colombia, para que los políticos puedan pasarse de un movimiento a otro, lo cual hoy está vetado por la ley, so pena de perder su cargo o curul.
Al tratarse de una reforma a la Constitución, requiere de ocho debates, así: tres más en la Cámara y otros cuatro en el Senado. La totalidad de las discusiones debe darse antes de que se acabe la actual legislatura, es decir, hasta junio de 2025.
En qué consiste el proyecto de transfuguismo político en Colombia
El proyecto de acto legislativo de transfuguismo político se radicó el pasado 7 de marzo de 2024 ante la Comisión Primera de la Cámara. Esta comisión es la encargada de los proyectos que buscan cambiar la constitución.
El parágrafo que se añadiría el artículo 107 sería el siguiente:
“Sin perjuicio de lo dispuesto por el artículo 134, dentro de los cuatro meses siguientes a la entrada en vigencia del presente Acto Legislativo, autorícese, por una sola vez, a los miembros de los cuerpos colegiados de elección popular a renunciar al partido o movimiento político que los avaló, sin renunciar a la curul o incurrir en doble militancia. Para que posteriormente puedan inscribirse en un partido o movimiento político, o en un grupo significativo de ciudadanos”.
Apoyos, críticas y carrera contra reloj
La coordinadora ponente es la representante Marelen Castillo, quien fue la fórmula vicepresidencial de Rodolfo Hernández, con el partido Liga Anticorrupción.
No obstante, es una iniciativa que cuenta con el respaldo de una amplia gama de partidos.
Al momento de su radicación, ya había reunido las firmas de 120 congresistas, incluyendo a Miguel Polo Polo -elegido por la circunscripción afro- y David Racero -del Pacto Histórico-, quienes se encuentran en orillas políticas distantes.
Pese a ello, también ha habido voces opositoras. Tan pronto se radicó el proyecto, la Misión de Observación Electoral (MOE), organización que vigila la democracia colombiana, mostró su desacuerdo con el proyecto.
“El proyecto radicado no soluciona problemas estructurales de la democracia en Colombia que persisten y se han agudizado. Entre otras, por la falta de regulación de las coaliciones y el notable incremento en el número de partidos. En su lugar, debilita la representación política, profundiza el personalismo y defrauda la voluntad de los electores”, se lee en un comunicado.
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El argumento de la MOE es que los electores votaron no solo por un representante, sino por el partido para el que están inscritos.
Por su parte, la Fundación Pares alertó: “En democracia, se espera que los partidos políticos sirvan como instituciones para canalizar las preocupaciones, intenciones y propuestas de la ciudadanía a través de sus representantes políticos. Sin embargo, esta medida solo contribuye a socavar aún más estas instituciones y debilitar el sistema político colombiano”.
En todo caso, al proyecto que busca darle vía libre al transfuguismo en Colombia le falta un largo recorrido en el Legislativo. Así que, además de las críticas, deberá enfrentarse a un Congreso que también tiene el foco en otras reformas como la pensional.
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