Este lunes finalizaron los tres días de ejercicios militares de China sobre la vecina isla de Taiwán, una maniobra que escaló las tensiones entre ambos y que llevó al mundo a alertarse sobre las posibles consecuencias.
De hecho, en este pasado fin de semana los dimes y diretes entre ambas partes fueron comunes, así como los señalamientos de terceros involucrados, como pueden ser Estados Unidos, Rusia o la propia Europa.
¿Cómo inicia el conflicto entre China y Taiwán?
El conflicto entre China y Taiwán tiene su origen histórico en la revolución comunista de Mao Zedong y establecimiento de la naciente república popular.
“Los disidentes, liderados por Chiang Kai-shek, que temían por el comunismo se van a la isla de Formosa (como se conoce históricamente a Pekín) y desde allí esperan iniciar una contrarrevolución contra Mao”, explicó el docente de relaciones internacionales de la Universidad del Rosario, Mauricio Jaramillo.
En un principio el mundo reconocía como “la verdadera China” a Taiwán, pero este estatus ha ido cediendo a medida que la China comunista avanzó, especialmente en sus relaciones internacionales.
Por eso desde entonces se habla del principio de “una sola China”, bajo el cual Pekín basa sus relaciones internacionales. Todo aquél que reconozca esta premisa, puede establecer relaciones con China.
Taiwán, que se ve a sí misma como independiente, es ahora un Estado con reconocimiento limitado, puntualmente de 13 países, muchos de ellos ubicados en América Central y sólo Paraguay en América del Sur.
En Asunción, el tema sobre las relaciones diplomáticas con Taiwán o con China es uno de los tópicos que se discuten con notorio interés de cara a las elecciones generales de final de mes.
Hace pocas semanas, Honduras se convirtió en el país más reciente en romper relaciones con Taiwán en favor de China continental, bajo el principio de “una sola China” y con el argumento de atraer inversión de ese país.
El auge de las tensiones entre China y Taiwán
Las tensiones entre China y Taiwán se han visto recientemente alteradas tras las posturas de representantes del gobierno de Estados Unidos, uno de los terceros implicados en el conflicto geopolítico.
“Aunque Estados Unidos reconoce el principio de una sola China a Pekín, todavía algunos miembros del Congreso, como pasó con Nancy Pelosi hace un año, coquetean con la cuestión taiwanesa para provocar a China”, explicó Jaramillo.
El analista también estima que esto pueda tensar aún más las relaciones diplomáticas entre China y Estados Unidos que ya se han visto afectadas por la guerra comercial, la pandemia, la guerra en Ucrania, entre otros tópicos.
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En línea con lo que planteó Jaramillo, los recientes ejercicios militares se extendieron hasta este lunes como respuesta a la pasada reunión celebrada en California entre la presidente de Taiwán, Tsai Ing-wen, y el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy.
Esta fue la cumbre máxima de la pasada gira por América de la presidente taiwanesa en la que su propósito, según los analistas, es reforzar los pocos vínculos que posee actualmente la isla.
En la polémica entre las dos partes también se vio involucrada Europa. Tras la visita a China la pasada semana, el presidente francés Emmanuel Macron, aseguró que la Unión Europea “no se puede quedar atrás” y debe desarrollar una estrategia frente al conflicto.
“Si el conflicto entre ambas potencias (China y Estados Unidos) se recrudece y Europa no forma previamente su estrategia, se convertirá en un vasallo”, apuntó el presidente francés.
¿Puede estallar una guerra entre Taiwán y China?
Como se comentó, este lunes concluyeron los ejercicios militares chinos en el estrecho marítimo de Taiwán, en los que se simuló una especie de bloqueo naval contra la isla, según las agencias internacionales.
“Las operaciones han probado integralmente la capacidad de combate conjunto integrado de los múltiples servicios y armas del EPL en condiciones reales de combate”, señaló el Comando del Teatro Oriental del Ejército Popular de Liberación (EPL) en un comunicado recogido por la agencia local Xinhua.
Previamente, Shi Yi, portavoz del comando, había señalado que “estas operaciones sirven como una severa advertencia contra la colusión entre las fuerzas separatistas que buscan la independencia de Taiwán» y las fuerzas externas, “y también contra sus actividades de provocación”.
De acuerdo con el portal geopolítico GZero, los ejercicios chinos consistieron en el envío de decenas de buques de guerra y aviones de combate alrededor de la isla, “con muchos aviones cruzando simbólicamente la línea de demarcación en medio del Estrecho de Taiwán”.
“Los planificadores militares chinos también publicaron un video animado de los ataques simulados con la capital, Taipéi, estallando en llamas”.
Mauricio Jaramillo considera que es poco probable que se produzca un conflicto bélico entre China y Taiwán y los ejercicios responden más a una cuestión “de mostrarse los dientes”.
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“A China no le interesa, a Estados Unidos no le interesa, al mundo no le interesa y menos con la guerra en Ucrania y la escalada de violencia entre Israel y Palestina”, aseguró Jaramillo.
El docente agregó que estos ejercicios también valen como que China “no está dispuesta a renunciar a la fuerza” en caso de que lo vea necesario.
Carlos Santamaría, de GZero, coincidió con la visión de Jaramillo sobre “un claro mensaje para Taiwán y Estados Unidos”, pero complementó al detallar que “la escala y el alcance de los simulacros no alcanzan la feroz respuesta de China al viaje de Pelosi, lo que podría indicar que Pekín no quiere ser quien intensifique”.
Ahora bien, en caso de que llegue a ocurrir, Janiel Melamed, docente de la Universidad del Norte y doctor en Seguridad Internacional, el desenlace podría “generar un impacto en la economía global, la seguridad regional y las relaciones internacionales en general”.
“Podría generarse interrupciones en el comercio marítimo procedente de la región, algo que podría impactar en el mercado de semiconductores, ya que Taiwán produce cerca del 60 %”, dijo Melamed.
El analista agregó que “otros países podrían tomar partido en el conflicto, lo que puede alterar el equilibrio de poder en la región”.