El fallecimiento del papa Francisco a los 88 años, ocurrido este lunes 21 de abril en Roma, marca el inicio de un proceso simbólico para la Iglesia Católica: la elección de un nuevo papa.
Este procedimiento, conocido como cónclave, es un ritual que mezcla tradición, fe y protocolos rigurosos que han evolucionado a lo largo de siglos.
¿Qué es el cónclave?
El término «cónclave» proviene del latín cum clave («con llave») y se refiere al encierro estricto y secreto de los cardenales en la Ciudad del Vaticano, específicamente en la Capilla Sixtina, para elegir al nuevo papa.
La ciudad de Viterbo, al norte de Roma, fue escenario en el siglo XIII de uno de los cónclaves más largos y tensos de la historia de la Iglesia. Ocurrió entre 1268 y 1271, tras la muerte del papa Clemente IV, y se extendió durante casi tres años sin que los cardenales lograran ponerse de acuerdo sobre un sucesor.
Aunque la elección de un nuevo pontífice suele ser complicada, en aquella ocasión se dieron diversos factores que hicieron que la situación se estancara durante años. Al final, las autoridades y habitantes de Viterbo se hartaron y tomaron medidas drásticas para acelerar la decisión, lo que efectivamente sucedió, aunque a costa de la muerte de tres cardenales. Este episodio también tuvo consecuencias que aún perduran, entre otras el propio nombre de “cónclave”.
Este sistema fue institucionalizado en 1274 tras el prolongado interregno que siguió a la muerte del papa Clemente IV, y ha sido afinado a lo largo de los siglos.
El objetivo del aislamiento es garantizar que los electores no sean influenciados por presiones externas de gobiernos, medios de comunicación o lobbies eclesiásticos.
Todo el proceso está regulado actualmente por la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada por Juan Pablo II en 1996 y actualizada por Francisco en 2022. Actualmente, solo los cardenales menores de 80 años tienen derecho a voto, sumando un total de 135 electores en este cónclave.
Recomendado: ¿Cómo fue la última aparición del papa Francisco antes de morir?: Dio bendición y mensaje clave
Paso a paso para elegir al nuevo papa
Con lo anterior, este es el proceso del conclave para elegir al nuevo Papa:
· Declaración de la Sede Vacante
La muerte del papa Francisco fue confirmada por el camarlengo, cardenal Kevin Joseph Farrell, encargado de administrar la Sede Apostólica en este periodo. Tras la verificación oficial, se declara la sede vacante, lo que suspende el gobierno ordinario de la Iglesia.
· Preparación del funeral y luto
Se organizan las exequias del papa, que se celebrarán en la Basílica de San Pedro entre el cuarto y el sexto día tras su muerte. Durante este período de luto, se realizan nueve días de misas conocidas como novemdiales, mientras el cuerpo del pontífice es velado públicamente.
· Convocatoria de los cardenales
Durante estos días, se convocan las congregaciones generales, donde los cardenales —tanto electores como no electores— se reúnen para reflexionar sobre la situación de la Iglesia y preparar el cónclave. Solo los cardenales menores de 80 años pueden votar. En este cónclave participan 135 cardenales electores de los cinco continentes.
· Aislamiento y entrada al cónclave
Entre 15 y 20 días después de la muerte del papa, los cardenales electores se trasladan a la Casa Santa Marta, donde permanecen recluidos. Luego ingresan en procesión solemne a la Capilla Sixtina al canto del Veni Creator Spiritus.
Una vez dentro, el Maestro de Ceremonias declara el icónico “Extra omnes” (todos fuera), cerrando las puertas y dando inicio al aislamiento. Toda comunicación con el exterior queda prohibida: no se permite acceso a teléfonos, redes sociales, grabadoras ni visitas.
· Inicio de las votaciones
Cada día se celebran cuatro votaciones: dos por la mañana y dos por la tarde. Cada cardenal escribe el nombre de su candidato en una papeleta, la dobla y la deposita personalmente en una urna, pronunciando un juramento.
Para que un candidato sea elegido papa, debe obtener una mayoría de dos tercios de los votos. Si hay 135 electores, esto equivale a 90 votos.
Si ninguna votación logra esa mayoría, las papeletas se queman en una estufa especial: el humo negro (fumata negra) que se eleva por la chimenea de la Capilla Sixtina indica que aún no hay papa. El humo blanco (fumata blanca) señala la elección del nuevo pontífice.
· Aceptación y elección del nombre papal
Cuando un candidato recibe los votos suficientes, se le pregunta: “¿Aceptas tu elección canónica como Sumo Pontífice?”. Si acepta, el nuevo papa elige un nombre papal y se retira para vestirse con las vestiduras papales, disponibles en tres tallas.
· Habemus Papam
Finalmente, el cardenal protodiácono aparece en el balcón central de la Basílica de San Pedro y pronuncia la frase:
- “Annuntio vobis gaudium magnum: habemus Papam”
- («Os anuncio una gran alegría: tenemos Papa»).
Posibles sucesores
Aunque el resultado es impredecible, algunos cardenales destacan como posibles sucesores:
- Pietro Parolin: Secretario de Estado del Vaticano.
- Matteo Zuppi: Arzobispo de Bolonia y mediador en conflictos internacionales.
- Luis Antonio Tagle: Filipino, prefecto del Dicasterio para la Evangelización.
- Robert Sarah: Guineano, representante del ala conservadora.
- Gerhard Ludwig Müller: Alemán, ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
- Timothy Dolan: Estadounidense, arzobispo de Nueva York.
Finalmente, una vez elegido, el nuevo pontífice es presentado al mundo desde el balcón de la Basílica de San Pedro con la tradicional proclamación «Habemus Papam».