El aeropuerto El Dorado de Bogotá ha estado en el ojo del huracán durante las últimas semanas y la discusión sobre aumentar su capacidad ha crecido de manera considerable.
Durante los últimos años, el clima, la cantidad de personal y su infraestructura han sido algunas de las causas que han abierto el debate sobre la operación de la terminal aérea más importante del país. Además, porque El Dorado es un activo fundamental para el país por su ubicación y por lo que representa en términos de conectividad y desarrollo.
En ese orden de ideas, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) hace unas semanas entregó detalles de un estudio para determinar la capacidad efectiva actual del aeropuerto El Dorado, el cual se realizó como parte de una conversación que lleva varios años.
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Estudio de Capacidad del aeropuerto El Dorado de Bogotá
En el reporte también reveló las posibles acciones a llevar a cabo para maximizar dicha capacidad.
Para los diferentes actores, esto mejoraría la competitividad y aumentaría la oferta de vuelos, beneficiando a los pasajeros, el turismo y la economía nacional.
La principal conclusión del estudio es que, si se implementa un conjunto de 23 mejoras, la capacidad del aeropuerto El Dorado de Bogotá podría alcanzar 100 operaciones sostenibles por hora.
Esto generaría un aumento del 47 % frente al número de salidas y llegadas que se identificaron en el estudio de la IATA, con base en observaciones del 2019.
Recomendaciones para aumentar la capacidad de El Dorado
Dentro de las recomendaciones hay unas a corto plazo, que corresponden a acciones de baja complejidad en la implementación, que no requieren grandes inversiones, y a su vez, mejorarían significativamente la operación y los tiempos de pasajeros dentro de la terminal y en sus vuelos.
Entre estas se encuentran hacer más eficientes los procesos de check-in en los mostradores, la disminución de tiempos de ocupación en pista de los aviones y la reducción de la distancia entre aeronaves para despegues, entre otras.
Además, la IATA dice que se podría considerar realizar aterrizajes en ambas pistas de manera simultánea. Eso sí, cumpliendo con los estándares de seguridad aérea.
Las recomendaciones de mediano plazo tienen una complejidad de implementación media -de hasta 15 meses- que permite la operación de más aeronaves, en menos tiempo.
Entre las acciones se encuentra el uso de herramientas tecnológicas de apoyo para la toma de decisiones que ya han sido adquiridas por la autoridad y que aún no han sido implementadas, maximizar el uso de las pistas paralelas y la gestión del espacio aéreo, revisión de operación no regular y de Estado, según las mejores prácticas internacionales.
Finalmente, a largo plazo y tras mayores inversiones, el aeropuerto El Dorado de Bogotá podría implementar procedimientos que permitan el uso de cada pista de manera independiente y la posibilidad de crear una tercera pista para continuar ampliando la capacidad de este aeropuerto.
“La implementación de las recomendaciones podría llevar a que las operaciones por hora del aeropuerto de Bogotá sean similares a las de otros internacionales, como el de Heathrow, en Londres, que tiene configuraciones similares a las de El Dorado”, dijo la IATA.
Y agregó que esto traería “inmensos beneficios en conectividad y mejoraría la experiencia para el viajero, pues permitiría contar con una mayor oferta de vuelos y evitar reprogramaciones, demoras significativas y afectación de los itinerarios de los usuarios”.
Sobre todo, teniendo en cuenta que El Dorado ha evidenciado importantes alzas en volúmenes de pasajeros y carga, y que es estratégico para el sector económico y turístico del país y la región.
