El modelo de vivienda y hábitat social de Comfama se ha consolidado en Antioquia al ofrecer un enfoque integral que va más allá de las funciones básicas de una caja de compensación familiar. En lugar de limitarse a la gestión de subsidios, aboga hoy por un modelo que considera la vivienda no solo como un importante activo económico que genera progreso, consolidación patrimonial y dinamiza la economía, sino también como un elemento clave para el bienestar y el cuidado de las comunidades que viven en ella.
Así lo explica Francesco Orsini, responsable de Hábitat de Comfama, quien destaca que la organización, en los últimos años, ha ampliado su forma de pensar y actuar, al valorar unos principios de base que promuevan una mirada más amplia del hábitat social. Esto, con el objetivo, primero, de mejorar la propuesta de valor que la caja de compensación tiene para sus públicos y, segundo, de generar debate y conversación entre los actores del sector.
Orsini señala que este está pasando por un periodo complejo, incluso más allá de los acontecimientos locales y nacionales. Señala, entonces, que es necesario cuestionarse desde los diferentes actores de la cadena de valor para ver cómo atender y responder a las nuevas dinámicas.
“Altos costos de la construcción, escasez de oferta, homogenización y estandardización del producto inmobiliario, crisis climática y deterioro de la biodiversidad, baja capacidad adquisitiva de las personas, creciente exclusión física y social, entre otras, atentan contra el buen desempeño del sector y sugieren la oportunidad de pensar distinto. Es el momento de aunar esfuerzos e intenciones entre los actores del sector en pro de un propósito común que trascienda los intereses particulares de cada uno y de acercarnos cada vez más en pro de actuar como un ecosistema vivo y colaborativo”.
Esto ha implicado la conexión con una red de aliados que ha sido esencial para lograr la visión deseada:
- Alianzas con empresas del sector de la construcción interesadas en generar nuevas soluciones en la producción de vivienda.
- Conformación de un ecosistema de trabajo con organizaciones del sector social para impulsar conjuntamente el escalamiento del mejoramiento habitacional en Antioquia. Acercamiento a empresas conscientes de Antioquia para facilitar el sueño de sus trabajadores acceder a una vivienda de calidad. Trabajo conjunto con entidades públicas locales y nacionales, gremios y organizaciones cercanas al sector para colaborar, crear confianza e incidir en política pública.
“En lo especifico de nuestra oferta, hoy diseñamos, promocionamos, gerenciamos y desarrollamos proyectos de vivienda nueva y mejorada, urbana y rural, que buscan destacar el rol del diseño como herramienta esencial para lograr bienestar y felicidad en nuestras familias. Un buen diseño, respetuoso de las diversidades culturales, que busque más que una estética sin fin, una belleza ética y funcional para el beneficio de las personas del entorno físico y natural que genera, es para nosotros una condición esencial en todos sus proyectos, explica el funcionario.
Añade, asimismo que, un buen ejemplo en este sentido es el barrio Jardines de Comfama en Apartadó, donde, a pesar de contar con un lote en la periferia del municipio, se lograron las condiciones para generar un entorno habitado que hoy es considerado un excelente ejemplo de buen hábitat por sus vecinos.
Naturaleza, un actor fundamental
Otro principio esencial del modelo de vivienda y hábitat es la atención a la naturaleza y la sostenibilidad ambiental. Orsini recalca la importancia de integrar criterios ambientales en los proyectos, considerando que el sector es responsable de un 38 % de las emisiones de CO2 a nivel mundial, y que a pesar de la inmensa riqueza natural que tiene la región, hoy estamos acabando con ella, en parte por los procesos de cambio de uso del suelo. Por ello, la caja trabaja para desarrollar barrios que se integren de manera armónica con el entorno natural, no solo por razones ecológicas, sino porque está demostrado que vivir en un ambiente que respeta y potencie el entorno natural mejora la salud mental y el bienestar físico de las personas. “Todo esto refuerza el compromiso con un desarrollo urbano sostenible”, destaca Orsini.
A la vez, se destaca de Comfama su enfoque en la creación de comunidad. Orsini subraya que la vivienda no es solo un espacio físico, sino un lugar donde es oportuno fomentar la cohesión social y fortalecer los lazos comunitarios. Para ello, se ha desarrollado el programa «Comunidades Sostenibles», que acompaña a los residentes de sus proyectos durante uno o dos años, al promover la creación de redes de apoyo y liderazgo comunitario.
Este enfoque hacia la cohesión comunitaria a partir de oportunidades comunes cobra especial relevancia en un contexto donde el individuo es cada vez más solo: los núcleos familiares están cambiando, hay un aumento de las familias unipersonales y una creciente sensación de aislamiento social. La caja de compensación reconoce que vivir en comunidad es un factor clave para el bienestar, y por ello trabaja para que los proyectos habitacionales no solo proporcionen un techo, sino también un entorno donde las personas puedan sentirse conectadas y apoyadas.
Es así como, en la caja se entiende que la vivienda es más que un bien económico; es el centro de la vida diaria y un factor determinante en la felicidad de las personas. Por ello, la organización seguirá promoviendo un modelo de vivienda que combine el respeto por la naturaleza, el buen diseño y la generación de comunidades, con el objetivo de ofrecer a las familias una vida plena. Sin embargo, su apuesta no se limita a lo descrito hasta ahora.
Diversas alternativas de acceso
Garantizar la posibilidad de tener una casa donde vivir es otro de los grandes desafíos que la organización trata enfrentar de manera diferente. Aquí, por un lado, Orsini destaca la necesidad de romper el paradigma de que en Colombia solo se pueda acceder a la vivienda a través de la compra.
Aunque la propiedad de una vivienda es un activo importante, especialmente desde una perspectiva patrimonial, es necesario abrir el abanico de opciones para incluir alternativas como el mejoramiento, el arriendo o el usado. Por el otro, resalta la necesidad de que las cajas promuevan procesos de acompañamiento para facilitar la construcción de capacidades en pro de que cada familia lograr tener un buen lugar donde vivir.
En este sentido, el programa «Camino a Mi Casa» de Comfama es un claro ejemplo de cómo la organización trabaja para facilitar el acceso a la vivienda, no solo a través de subsidios y créditos, sino mediante un acompañamiento integral que incluye asesoría financiera y social. Este programa ayuda a las familias a desarrollar hábitos financieros saludables y a crear planes de ahorro que les permitan acceder a una vivienda sin comprometer su estabilidad económica. Gracias a este enfoque, la entidad ha logrado que solo el 7,5 % de las familias desistan de la compra de vivienda, frente a tasas de desistimiento de hasta el 60 % en el mercado general. Hoy el programa se enfoca exclusivamente en mentorías para la compra de vivienda nueva, y a partir del 2025 ampliará sus servicios a la vivienda en arriendo, a la mejorada y a la usada.
El futuro de la vivienda en Comfama y las metas de familia
Con proyectos en marcha en diversas zonas de Antioquia y con un enfoque centrado en las personas, la caja de compensación busca seguir expandiendo su modelo de vivienda y hábitat, adaptándose a las necesidades cambiantes de las familias y del entorno. El compromiso con el medio ambiente y la creación de comunidad continuará siendo el eje central de su trabajo a partir de un diseño equitativo, así como las formas de generar cada vez más posibilidades de acceso para sus afiliados independientemente de sus particulares condiciones.
Casos para resaltar como los de Jorge Mazo, de 64 años, y quien actualmente es habitante del proyecto Arrayanes de San Sebastián 1, donde vive con su esposa Luz Mariela Herrera, dan cuenta del impacto de este tipo de oportunidades que se abren para las personas. Jorge, además, trabaja en las áreas de cuidado y mantenimiento de su unidad, lo que también da cuenta de la perseverancia, esperanza, humildad y esfuerzo para adquirir su vivienda propia.
“Fue una oportunidad muy buena porque Comfama desempeña un papel muy importante para que uno pueda alcanzar este logro. En nuestro caso comenzamos con el Semillero del Ahorro y ya completamos con subsidios y otras facilidades en crédito que alcanzamos con ellos. Ha sido un proceso de esfuerzo, pero de mucha alegría”, afirma Jorge.
A su vez, Robinson Álzate, de 35 años, y también habitante de Arrayanes de San Sebastián 1, donde vive con su esposa Vanesa Calderón y su hijo Dilan de 12 años, también reflejan las opciones para familias jóvenes.
Robinson trabaja en un taller de carros y desde el mes de abril asumió el cargo de administrador del bloque 5 y 6 de Arrayanes de San Sebastián. Su esposa trabaja como asesora comercial en un call center ubicado en el municipio de La Ceja y han logrado avanzar en el proceso de tener vivienda propia y hoy con mucho esfuerzo gozan de ella.
“Hace cuatro años iniciamos el proceso y ya obtuvimos el apartamento que está ubicado en el municipio de La Ceja. Mi esposa e hijo están felices de este lugar donde hemos podido ver realidad un sueño de familia. Este tipo de metas si se pueden lograr con esfuerzo, sacrificio y dedicación y su respaldo ha sido un gran apoyo para esto”, cuenta Robinson.
Así, el modelo de vivienda y hábitat de Comfama representa un cambio de paradigma en la forma en que se concibe la vivienda en Colombia, puesto que no solo busca proporcionar un techo a las familias, sino crear entornos donde las personas puedan prosperar, tanto económica como socialmente, viviendo en armonía con la naturaleza y sus vecinos.