Una de las principales premisas del Gobierno de Gustavo Petro en materia de política exterior fue restablecer las relaciones diplomáticas y comerciales con Venezuela.
Por siete años, el flujo comercial con el vecino país estuvo “deprimido”, únicamente con intercambios vía marítima, aérea y terrestre por el corredor Paraguachón-Guarero.
No obstante, tras la reapertura comercial en los puentes binacionales entre Norte de Santander y Táchira, las expectativas por un mayor intercambio repuntaron.
Así las cosas, de acuerdo con cifras entregadas por el Ministerio de Comercio, el intercambio comercial entre Colombia y Venezuela por los puentes Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander ya suman US$31,1 millones.
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En un lapso de cuatro meses, desde que se reabrió la frontera, las exportaciones hacia el vecino país sumaron US$27,6 millones, mientras las importaciones totalizaron US$3,4 millones.
Asimismo, las ventas al país vecino sumaron 24.948 toneladas, por 10.127 toneladas que han ingresado por Táchira.
En este período los puntos fronterizos mencionados han recibido a 1.503 camiones de carga, de los cuales 324 fueron de importación y otros 1.179 corresponden a exportación.
No obstante, el comercio por este cruce -otrora entre los más dinámicos de la región- podría expandirse aún más, ya que, a principios de mes, el puente Atanasio Girardot, antes Tienditas, quedó habilitado para el tránsito de carga.
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En líneas generales, el comercio con el vecino país representó una balanza comercial positiva de US$487,6 millones en el corte entre enero y noviembre de 2022, creciendo 108 % frente al mismo período del año anterior, de acuerdo con cifras del Dane
Los pros y contras del comercio con Venezuela
La evolución del comercio con Venezuela por la frontera entre Norte de Santander y Táchira divide opiniones entre propios y extraños.
Mientras los analistas internacionales y algunas voces del comercio exterior cuestionan el despegue de este comercio fronterizo, otros dirigentes lo ven desde otra perspectiva.
Por ejemplo, María Luisa Chiappe, presidente de la Cámara Colombo Venezolana (CCV), señaló que se espera cerrar el año 2022 con US$650 millones, una cifra que resalta por el empuje de casi un semestre de reactivación.
No obstante, para el docente de relaciones internacionales Mauricio Jaramillo, al comercio bilateral “aún le falta empuje”.
«El comercio aún no se ha restablecido. No estamos llegando aún. El embajador Benedetti (Armando) planteó una cifra de US$10.000 millones en los cuatro años, pero aún estamos muy lejos de eso», señaló el experto de la Universidad del Rosario.
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Por otro lado, el docente de la Universidad Simón Bolívar, Gabriel Orozco, recordó que mientras no había relaciones diplomáticas los pasos comerciales estuvieron controlados por grupos al margen de la ley.
«Las trochas y los pasos informales son muy difíciles de quitárselos a los grupos irregulares es todo un desafío. El presidente Petro ya pidió que esto regrese a la normalidad«, aseguró Orozco.
Desde otra mirada, desde la Cámara de Comercio de La Guajira señalaron que la reactivación comercial con Venezuela no ha llenado aún las expectativas generadas
“No ha sido lo esperado, fue mayor la expectativa vs lo realmente sucedido. Muchos comerciantes nos preparamos para recibir después del 26 de septiembre a los clientes venezolanos haciendo inversiones en inventarios, más personal (…)”, señalaron.
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Agregaron que el sentir es que “ha sido un proceso sumamente improvisado y carente de un marco normativo”.
Lo que viene para el comercio con Venezuela
Recientemente ambos gobiernos acordaron la firma de una resolución de protección de inversiones y adelantaron la revisión del Acuerdo de Alcance Parcial No. 28, que actualmente reglamenta el comercio bilateral.
Además, aún falta por masificar la oferta de vuelos comerciales entre las capitales y ciudades principales de ambos países; así como la reapertura de los consulados y la respectiva prestación del servicio.
Tanto Orozco como Jaramillo coinciden en que uno de los aspectos fundamentales por venir está en la determinación de la política migratoria, que ha beneficiado a más de dos millones de ciudadanos venezolanos en el país.