La invasión de Rusia a Ucrania ha traído consigo un crecimiento en los precios del petróleo, lo cual, en términos generales, es positivo para Colombia.
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Un mayor precio del crudo hace que el país aumente sus ingresos fiscales, pues se estima que por cada dólar que el Brent esté por encima de lo proyecto por el Ministerio de Hacienda (US$70 por barril), el país recibe cerca de US$130 millones adicionales al año. Además, las regiones se ven beneficiadas de los altos precios pues reciben más recursos de regalías que les ayudan a impulsar sus proyectos.
Los elevados precios del petróleo también hacen que se puedan materializar las inversiones en el país, pues recientemente la Asociación Colombiana de Petróleo (ACP) publicó un informe en el cual proyecta que la inversión en la exploración de crudo en Colombia durante 2022 va a ser la más alta desde 2014. A esto se le suma la estrategia revelada por Ecopetrol en la cual sostiene que se van a invertir anualmente entre US$5,200 millones y US$6.000 millones de acá al 2040.
En cuanto a la producción de hidrocarburos, la situación actual nos permite proyectar que podemos aumentar la producción de petróleo este año a un promedio entre 780.000 y 800.000 barriles.
Ahora bien, los altos precios del petróleo también generan ciertas presiones, sobre todo en materia del precio final de los combustibles como la gasolina y el diésel. Al respecto, el Gobierno ha tomado las medidas necesarias a través del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) para el valor final de estos no aumentará durante enero, febrero y marzo.
