El Instituto para la Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas (IPSE) cambó su estrategia de contratación, pasó de celebrar contratos interadministrativos a abrir procesos de licitación pública con el fin de incrementar la pluralidad de oferentes para realizar la construcción de unidades de generación fotovoltaicas de energía eléctrica (comunidades energéticas) en la zona rural del municipio de Uribia en La Guajira.
El proceso de contratación se dividirá en cuatro grupos: centro (35 comunidades con 328 beneficiados), norte (27 comunidades con 345 usuarios), sur (37 comunidades con 335 beneficiados) y noreste (46 comunidades que representan 315 usuarios).
Las empresas solo podrán presentarse a dos de los cuatro grupos establecidos.
“Son más de $40.000 millones que el IPSE destinará para llevar por primera vez energía eléctrica a uno de los municipios más apartados y olvidados de Colombia. Este proyecto beneficia a 1.323 usuarios y a 323 Unidades Comunitarias de Atención de la primera infancia (UCAS), distribuidos en 145 comunidades indígenas del municipio de Uribía en el departamento de La Guajira”, aseguró el director del IPSE, Javier Campillo.
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Impulsando las comunidades energéticas en La Guajira
El Instituto invitó a empresas, consorcios y/o personas naturales del sector energético y empresarial de Colombia para que se presenten y sustenten su capacidad y experticia técnica, financiera, jurídica y administrativa en la ejecución de proyectos, para que a futuro ejecuten el desarrollo e implementación de soluciones energéticas sostenibles.
Las empresas ganadoras no solo llevarán energía eléctrica, sino que además realizarán capacitación a los usuarios beneficiados con el fin de garantizar sostenibilidad de los proyectos energéticos, el fortalecimiento del tejido social comunitario y el impulso de sus proyectos productivos.
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«Con lo anterior aportamos a la Transición Energética Justa del gobierno del Cambio, realizando procesos de contratación transparentes, para la consolidación de comunidades energéticas, con el fin de llevar energía acorde a las necesidades de los territorios y fortalecer sus procesos productivos», precisó la entidad.
Para el caso de La Guajira, se revisaron y compararon las distintas alternativas para determinar cuál era el mejor modelo a implementar, definiendo el uso de microrredes preferencialmente, con fuentes renovables de energía promoviendo así la autonomía energética y potencializando el desarrollo económico local.
Estas soluciones ofrecen una alternativa sostenible y adecuada a las comunidades energéticas y sus necesidades, mejorando la calidad de vida y brindando oportunidades de crecimiento, permitiendo brindar un nivel de servicio de hasta 24 horas, generando mejores condiciones de vida y dinamizando la economía local.