Las últimas semanas han estado marcadas por un fuerte movimiento del dólar, no solamente en Colombia, sino en el grueso de los mercados emergentes y, a manera de seguro, las coberturas cambiarias son una protección para empresas, personas, fondos y hasta para los gobiernos.
El Banco de la República de Colombia define este mecanismo como un instrumento financiero que permite, a los participantes del mercado de dólares, protegerse ante el riesgo de fuertes incrementos futuros en la tasa de cambio.
Y justamente el Banco de la República tiene un mecanismo en ese sentido, que corresponde a la venta dólares a un mes, a una tasa de cambio que resulta de una subasta hecha en el presente.
“Si al cabo de ese mes la tasa de cambio es mayor que la de la subasta, el Banco de la República pagará al comprador la diferencia en pesos. En caso contrario, el comprador pagará al Banco la diferencia, también en pesos”, explica la institución.
Es clave entender entonces que, de esta manera, quien posea una deuda en dólares o tenga que hacer un pago en esa moneda, podrá garantizar el precio de los dólares que requiere y reducir la incertidumbre.
“La menor incertidumbre contribuye a calmar el temor de los participantes en el mercado de dólares y hace que este último no sufra sobresaltos excesivos”, agrega el Banco de la República.
A protegerse de la subida del dólar
Un punto a tener en cuenta es que en este mecanismo no hay desembolso efectivo de dólares a manos del emisor, pues únicamente se paga en pesos “la diferencia entre la tasa de cambio del contrato y la observada 30 días después, por tanto, no afecta las reservas internacionales”.
Pero Bancóldex también explica la herramienta desde otras vertientes. Las coberturas cambiarias también pueden concebirse como naturales.
En este caso la cobertura proviene del propio negocio. Esto quiere decir que, del flujo normal de operación, parte de los ingresos y los egresos están dados en la misma moneda, situación que no obliga a hacer conversiones de monedas para cubrir su flujo de caja.
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“Otra forma de cobertura natural se da a través de la posibilidad de mantener en el balance del empresario, activos y pasivos que se compensen entre sí. Es el caso, por ejemplo, del exportador que adquiere una deuda en dólares (pasivo) por el plazo y el monto equivalentes a una cuenta por cobrar en dólares (activo). De esta manera, cuenta con recursos para cubrir sus necesidades de capital o de inversión y no corre riesgo cambiario”, explica Bancóldex.
Es clave tener de presente que, cuando una empresa tiene operaciones de comercio exterior, los ingresos y egresos que se dan en moneda extranjera “pueden canalizarse a través de una cuenta de compensación, lo que mitiga el riesgo cambiario siempre y cuando los montos y plazos de los ingresos y egresos sean similares”.
Los Futuros de Tasa de Cambio
Existen también, para el caso de Colombia, los “Futuros de Tasa de Cambio”, y se negocian mediante contratos que equivalen a una cantidad fija de dólares y vencen en fechas determinadas por la Bolsa de Valores de Colombia (bvc).
“Adicionalmente, siempre son contratos Non Delivery, es decir no hay entrega de divisas. Solamente se paga o se recibe el diferencial entre la tasa pactada en el contrato de Futuros y la tasa de mercado del día en que se liquida este (es decir, la diferencia entre el precio de mercado y el precio pactado en el contrato)”, recuerda Bancóldex.
Son entonces varios los mecanismos que tienen empresarios, fondos, personas y gobiernos para mitigar, en parte, la volatilidad del dólar. En Colombia la moneda estadounidense toca máximos históricos de cotización, incluso superando los $4.300.
Es por esto que las coberturas cambiarias, al final, son herramientas que fortalecen la competitividad de los inversionistas y participantes del mercado y ayudan a mejorar la percepción de riesgo de una empresa.
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