Claudia Sheinbaum hizo historia este domingo al ganar las elecciones presidenciales de México y convertirse en la primera mujer en el cargo, que la recibirá con importantes retos económicos.
De acuerdo con el conteo rápido del Instituto Nacional Electoral, realizado en la noche anterior, obtuvo entre 58,3 % y 60,7 % de los votos.
La candidata logró el mayor apoyo obtenido por los ciudadanos en una elección presidencial mexicana desde que terminó el gobierno unipartidista a inicios del siglo XXI.
Retos económicos de Claudia Sheinbaum como presidenta de México
Eso sí, la llegada de Sheinbaum al cargo supondrá importantes retos económicos para México, sobre todo en crecimiento, presupuesto, relaciones con EE. UU., infraestructura y productividad.
Así lo señala un reporte de marzo de la consultora EY, que indica que, en materia de PIB, se espera que la nación llegue a niveles de 2,5 % para 2024 y 2,1 % en 2025.
Si bien estas cifras son superiores a las del promedio de América Latina, son insuficientes para el tamaño del país y su población.
“Se estima que el crecimiento que nuestro país requiere para poder brindar bienestar a su población es de un 4,5 % del Producto Interno Bruto (PIB) año con año”, agrega el informe de EY.
Otro de los retos económicos que tendrá Claudia Sheinbaum como nueva presidenta de México será mejorar la relación impuestos – PIB.
Sobre todo, porque, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la nación mexicana se encuentra en la parte más baja de este tema entre los países miembros del organismo.
De otro lado, la agencia Reuters destaca que la nueva mandataria, que reemplazará a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), hereda de este último un importante déficit presupuestal.
Apoyos del Congreso y ambiente de negocios
A pesar de lo anterior, ha prometido aumentar las políticas de bienestar para los ciudadanos, lo cual podría ser apoyado por la Rama Legislativa, que podría ser controlada por su mismo partido, Morena.
Eso sí, según un reporte de Control Risks, el de Sheinbaum será un mandato moderadamente popular y con un Congreso de mayorías simple.
Lo anterior llevará “al pragmatismo político, impidiendo la viabilidad de reformas a la constitución sin negociación y limitando la ambición del paquete de reformas a legislación secundaria del presidente AMLO”.
De otro lado, señaló que la nueva presidenta de México traerá consigo mejoras en la narrativa de parte del Gobierno para el sector privado, que tendrá un “mayor margen de maniobra para colaborar mediante esquemas de participación público-privada”.
En tanto, en el sector de energía e hidrocarburos, se prevé que continuará la priorización en la producción de las empresas paraestatales Pemex y Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Mientras que las energías limpias “recibirán un impulso positivo con una narrativa más favorable, aunque con una nueva burocracia que tendrá que lidiar con rezagos en licencias y permisos, lo cual contribuirá a retrasos operativos”, indicó el reporte de Control Risks.