El director de la Unidad de Planeación Minero Energética de Colombia (Upme), Christian Jaramillo, en su intervención en el 3° Foro de XM, reveló en qué va el país en materia de transición energética y los retos que vienen para el mediano y largo plazo.
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Jaramillo indicó que los planes de prospectiva tienen una característica particular: no pretenden adivinar cómo va a ser el futuro, sino que exploran distintas posibilidades y tratan de identificar cuáles son las tensiones entre ellas. Es decir, detectan qué es lo que se tiene que sacrificar para ir por una dirección u otra, así como cuáles son los costos.
En la Upme, en particular, se exploran cuatro alternativas con “cierto ingrediente de agresividad”: debajo de los planes de prospectiva, que son a muy largo plazo, tratan de mantenerlos armonizados, pues se hacen unos planes de mediano plazo (entre cinco y 15 años de horizonte).
De esta manera, hay unos planes que son de desarrollo en donde la Upme trata de coordinar una serie de estrategias que apuntan a unos objetivos decididos a partir de las alternativas de los planes de prospectiva. Y también hay unos planes de proyección que buscan identificar el futuro más probable.
“En este caso es necesario incorporar una serie de políticas, o en el caso de sector eléctrico, hacer una infraestructura o hacer una expansión. El plan de expansión de generación y transmisión cabe en esta categoría”, señaló Jaramillo.
De esta manera, la Upme hace unos planes de muy largo plazo y se miran cuáles son los posibles escenarios a los que se les quiere apuntar. “En algún momento, viene una decisión de política pública que se materializa en unos planes, ya sea de desarrollo o de proyección y luego unos planes de acción más concretos”, precisó el vocero de la Upme.
Adicionalmente, Christian Jaramillo afirmó que el PEN (Plan Energético Nacional 2020-2050) se especifica que la electrificación es una parte importante de la descarbonización, pues la concentración está en la migración de los hidrocarburos.
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“Para lograr una reducción, y entre más agresiva sea, el escenario más ambicioso es el que tiene menor emisión de carbono en el futuro y el menos ambicioso es en el que las emisiones aumentan. El escenario de emisiones de carbono bajas corresponde a un menor consumo de energía en agregado. Parte de lo que queremos decir es que hay que consumir menos energía”, manifestó el experto.
Y agregó que “en esto hay que ser cuidadosos, porque parte de una economía más completa, es una que consume más energía. Pero tenemos unos escenarios y unas posibilidades de ganancia de eficiencia que nos permiten decir que ‘usted debería lograr un consumo menor de energía a pesar de que crezca’”.
Según Jaramillo, entre más limpio es el escenario, menor es el consumo de energía que la Upme espera ver. Es por eso que la fracción de energías limpias debe aumentar en los escenarios más ambiciosos “y la de combustibles fósiles debe caer seriamente”.
Plan de generación
Teniendo en cuenta que las metas le apuntan al mundo de la descarbonización y lo que se busca es pensar en una matriz más limpia, la Upme toma en cuenta lo que dice el mercado en este sentido. Es decir, lo que ha indicado sobre los posibles desarrolladores y qué clase de proyectos son los que interesa realizar.
La Unidad también toma en cuenta otras variables como las expectativas de demanda eléctrica, proyecciones de precios basados en los costos de las tecnologías, entre otras. Lo que se ha visto es que todas se mezclan y se analizan para varios escenarios de manera que se determine cómo podría ser la matriz.
“Pero tenemos que satisfacer la demanda con unas características de confiabilidad y la parte que tomamos del mercado es la que nos dice qué tipo de proyectos son los que parecen ser atractivos, sumamos todo esto y nos sale una proyección de lo que esperamos ver”, apuntó el funcionario.
Jaramillo también planteó varios escenarios dependiendo de la capacidad de Ituango en Antioquia (Colombia). Uno si Ituango se materializa con 1.200 megavatios de capacidad y otro si Ituango lo hace con 2.400 megavatios de capacidad (con ocho turbinas).
Lo que ven en la Upme es que casi toda la expansión es en general solar y eólica y que esto requeriría más o menos expansión si Ituango resulta tener menos potencia. “Eso es interesante porque los distintos escenarios de Ituango no implican más energía como mayor potencia en un momento dado. Y esa mayor potencia hace una diferencia en la necesidad por parte del sistema de instalar capacidad adicional”, puntualizó Jaramillo.
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Entre tanto, la Upme ve que Colombia tiene mucha más participación solar si Ituango llega con menos potencia.
Así las cosas, en el plan de generación de transmisión lo que determinaría la expansión necesaria son siete rubros entre los que están la atención de la demanda, confiabilidad, seguridad, entre otros. Se sabe que, en este momento, la demanda y la confiabilidad son las cosas que han movido la mayor parte de las obras que se quieren hacer para la transición energética en el país.
Desde la Unidad de Planeación Minero-Energética se espera que esto vaya a cambiar porque se está pensando en un plan distinto. Por ejemplo, las nuevas tecnologías están jugando un rol muy importante.
“No en este plan, pero ya esperamos que, para el próximo, estemos viendo una línea en corriente directa para la segunda Colectora de La Guajira. Hay distintas tecnologías que hacen parte de lo que nosotros vemos en la expansión”, apuntó el director de la Upme.
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